Los cristianos son obligados a abandonar miles de iglesias y monasterios por el acuerdo de paz en el conflicto de Nagorno Karabaj, entre Armenia y Azerbaiyán. La doctora cardióloga Lilian Grigorian, de origen armenio y afincada en España, habló sobre el conflicto armado que, con la supervisión de Rusia, implicó el fin de los combates y una profunda crisis social y política en Armenia, con mucha preocupación en el futuro de los cristianos de Karabajen. El 9 de noviembre pasado, se firmó un tratado de paz que consistió en el cese del conflicto bélico e implicó una cesión de territorios de Armenia que supone «un tercio de la superficie de Karabaj o Artsaj —nombre que le dan al territorio los armenios—y todas las regiones que eran azeríes antes van a pasar ahora a control de Azerbaiyán».
«Este acuerdo consiste en que las fuerzas de paz rusas van a entrar en el territorio de Artsaj para preservar la paz, primero durante 5 años pero prorrogables a otros 5 años más», aseguró, al referirse al acuerdo que implicó para la población «una crisis humanitaria brutal». Indicó que «los habitantes armenios están abandonando sus casas en los territorios que Nagorno Karabaj tiene que ceder a Azerbaiyán». «Estos refugiados están llegando a Armenia y necesitan de todo tipo de ayuda. Por otro lado, hay una crisis interna en Armenia por el resultado de estos acuerdos. Podemos decir que estamos al borde de una guerra civil también en Armenia por el confrontamiento que hay entre el ejecutivo y la oposición. Hay una crisis sanitaria brutal por los miles de heridos por los combates en Nagorno Karabaj», explicó.
Afirmó que esta situación está afectando gravemente a los cristianos. «Hay que tener en cuenta que el cristianismo es una seña de identidad muy importante para el pueblo de Armenia. Además, es uno de los motivos de este odio étnico que estamos sufriendo por parte de la población azerí musulmana. Entonces, lógicamente, el abandono de esos territorios que eran armenios, con el abandono de miles de iglesias y monasterios, va a tener unas consecuencias lamentables. Ya antes de que se haga efectiva esa cesión, estamos observando actos de vandalismo contra esos monumentos históricos que tienen miles de años, con la destrucción de iglesias y cementerios. Se está salvando lo que se puede», alertó Grigorian.
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