2.000.000 de fieles participaron el martes 9 de enero en la procesión del ‘Nazareno Negro’ en Manila, Filipinas, uno de los acontecimientos más importantes para el único país de mayoría católica en Asia, y vinculado a la centenaria imagen de madera de Cristo. Cada año, el traslado de la sagrada escultura va desde su emplazamiento original, la iglesia de San Nicolás de Tolentino, hasta la parroquia de Quiapo, en la capital.
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Suscríbase al boletín de VenLLa festividad, con la que concluye una novena que es acompañada con la participación masiva de personas que rezan para pedir una gracia o un milagro personal, se canceló o fue celebrada en tono menor en los últimos 3 años debido a la pandemia de COVID, por lo que la edición actual representa un momento más de celebración y reaviva el vínculo de los fieles con Jesús cargado con la cruz.
La histórica estatua del Nazareno Negro, de tamaño natural y cubierta de cristal para evitar que los fieles suban, desfila en procesión por Manila tras una Misa celebrada al amanecer. Este año, a lo largo del recorrido, las autoridades desplegaron más de 15.000 efectivos de seguridad y personal médico. El portavoz de la edición 2024 del Nazareno, el padre Hans Magdurulang, precisó que desde primera hora de la mañana ya había más de 1.300.000 fieles, la mayoría de ellos «descalzos».
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