El padre Pierre Balima, sacerdote burkinés y estudiante de Pastoral Litúrgica en Padua, indicó que «ya no es posible ir a los pueblos de Burkina Faso para celebrar la Eucaristía y los demás sacramentos», al referirse al sufrimiento que padecen los cristianos en su país, puesto que la situación «sigue empeorando y ningún lugar es accesible» a causa de los islamistas en el país de África Occidental.
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«Ya no es posible ir a los pueblos para celebrar la Eucaristía y los demás sacramentos —en Burkina Faso—: las carreteras son intransitables a causa de los terroristas. El trabajo pastoral se ve desestabilizado. Muchos catequistas tuvieron que huir», explicó el presbítero. «Se cerraron 2 parroquias y, en las otras, los sacerdotes ya no pueden salir a visitar los pueblos. Si se tiene que viajar, ir a otra parroquia o reunirse con el obispo en la catedral, se necesita una escolta del ejército. En la carretera se corren grandes riesgos y nunca se sabe si se llegará a destino con vida», aseveró el padre Pierre.
Aseguró que «todas las actividades pastorales están suspendidas: no hay Misas en los pueblos, ni catequesis, ni reuniones de movimientos y asociaciones católicas». «Los terroristas menudo irrumpen en los lugares de culto cristianos durante las celebraciones, obligando a la gente a abandonar la práctica cristiana para abrazar la religión musulmana», denunció, tras detallar la quema de varias iglesias en los pueblos. «Sólo en marzo, quemaron 2… 3 sacerdotes fueron asesinados. El padre Joël Yougbare, sacerdote de mi diócesis, fue secuestrado hace 3 años y no se sabe nada de él desde entonces. Dado el grave peligro que corremos, nos pidieron que cerremos las parroquias. La propuesta fue rechazada por el obispo y todos los sacerdotes. Seguimos con nuestra misión, aunque con muchas limitaciones y mucha fragilidad», reconoció.
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