UN VIAJE A BRASIL POR LA SALUD DEL CLERO (2).

Continuación de Un viaje a Brasil por la salud del clero (1).

Por Alejandro Antonio Zelaya.

Cuidar la vida. Cuidar a los que cuidan

Varios estudios han demostrado que muchas personas sufren el síndrome del burn-out, o cualquier otro sufrimiento psíquico en las relaciones de trabajo. Sacerdotes, religiosos y religiosas pertenecen al grupo de las personas que más sufren en los contactos directos con las personas con las que trabajan. Existe variedad en los síntomas orgánicos, psíquicos y psicosociales, por ejemplo, actitudes antisociales, violencia, pérdidas económicas significativas, hasta el lamentable suicidio. El abordaje de todas estas problemáticas, sugiere el Dr. Castilho Pereira, debería ser realizado por la clínica psicosocial en la pastoral presbiteral, la cual debe tener en cuenta el dolor de los presbíteros heridos, trabajando siempre dentro un contexto de cuidado. Es clave que esta clínica no sea un lugar de vigilancia, de control o de punición de los sacerdotes que están «desajustados» o «marginalizados». Porque la finalidad del abordaje clínico es observar, escuchar con oído atento los síntomas, y crear procedimientos terapéuticos, talleres, grupos para compartir la vida, en vista a ir generando nuevas maneras de hacer las cosas en las instituciones y en las comunidades. La clínica psicosocial postula las modificaciones en las condiciones de trabajo y rescata la importancia del grupo en la gestión de nuevos vínculos sanadores.

Presbíteros cuidados cuidan mejor

Quisiéramos tener en cuenta el inspirador discurso de despedida de Pablo a sus presbíteros en Mileto, emocionante y programático: Ustedes saben que no he omitido nada que pudiera serles útil; les prediqué y les enseñé tanto en público como en privado, …. Y ahora sé que ustedes, entre quienes pasé predicando el Reino, no volverán a verme…. Velen por ustedes, y por todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los ha constituido guardianes para apacentar a la Iglesia de Dios, que él adquirió al precio de su propia sangre (Hch 20, 20-28).

Al verbo «velen» lo podríamos cambiar por «cuiden», es decir «cuiden por ustedes» y por todo el rebaño. Es muy interesante lo que les dice Pablo: cuídense ustedes, primero, ya que los presbíteros cuidados cuidan mejor.

Foto principal: Cathopic.

El padre Alejandro Antonio Zelaya es psicólogo y se dedica a la práctica clínica atendiendo sacerdotes, consagrados/as y laicos.

UN VIAJE A BRASIL POR LA SALUD DEL CLERO (2).

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