UN OBISPO HABLA A OTRO OBISPO FRATERNALMENTE SOBRE LA CRISIS DE LA IGLESIA Y DE LA FE EN EUROPA (2).
Continuación de Un obispo habla a otro obispo fraternalmente sobre la crisis de la Iglesia.
Por último Gadecki cita parte del N.48 de Lumen Fidei del Papa Francisco para argumentar el valor de la fe y de la Verdad: «Dado que la fe es una sola, debe ser confesada en toda su pureza e integridad. Precisamente porque todos los artículos de la fe forman una unidad, negar uno de ellos, aunque sea de los que parecen menos importantes, produce un daño a la totalidad. Cada época puede encontrar algunos puntos de la fe más fáciles o difíciles de aceptar: por eso es importante vigilar para que se transmita todo el depósito de la fe (cf. 1 Tm 6,20), para que se insista oportunamente en todos los aspectos de la confesión de fe. En efecto, puesto que la unidad de la fe es la unidad de la Iglesia, quitar algo a la fe es quitar algo a la verdad de la comunión. Los Padres han descrito la fe como un cuerpo, el cuerpo de la verdad, que tiene diversos miembros, en analogía con el Cuerpo de Cristo y con su prolongación en la Iglesia. La integridad de la fe también se ha relacionado con la imagen de la Iglesia virgen, con su fidelidad al amor esponsal a Cristo: menoscabar la fe significa menoscabar la comunión con el Señor. La unidad de la fe es, por tanto, la de un organismo vivo, como bien ha explicado el beato John Henry Newman, que ponía entre las notas características para asegurar la continuidad de la doctrina en el tiempo, su capacidad de asimilar todo lo que encuentra, purificándolo y llevándolo a su mejor expresión. La fe se muestra así universal, católica, porque su luz crece para iluminar todo el cosmos y toda la historia».
El obispo polaco se despide de una manera muy clara, evangélica y fraterna de su hermano el obispo:
«Querido hermano en el episcopado, nuestra actitud hacia el mundo no puede ser fundamentalmente negativa, porque Cristo no vino al mundo para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo (cf. Jn 12,47). Dios no quiere que el pecador muera, sino que se arrepienta y viva (cf. Ez 33,11). Nuestra misión es encontrar maneras efectivas de mover a las personas a la conversión. Ahí radica la misericordia de Dios. Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato (Mc 6,34).
Más abajo en la carta, Gadecki explica que esto no significa que en Israel no hubiera pastores a los que Dios no les haya confiado el redil de las ovejas, sino que existe un serio peligro de que por el error de los pastores las ovejas se dispersen y muchas se pierdan o sean víctimas de los depredadores:
Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con la fuerza de su poder. Revístanse con la armadura de Dios, para que puedan resistir las insidias del demonio. Porque nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio. Por lo tanto, tomen la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo y mantenerse firmes después de haber superado todos los obstáculos. Permanezcan de pie, ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como coraza. Calcen sus pies con el celo para propagar la Buena Noticia de la paz. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, con el que podrán apagar todas las flechas encendidas del Maligno. Tomen el casco de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. Eleven constantemente toda clase de oraciones y súplicas, animadas por el Espíritu. Dedíquense con perseverancia incansable a interceder por todos los hermanos, y también por mí, a fin de que encuentre palabras adecuadas para anunciar resueltamente el misterio del Evangelio, del cual yo soy embajador en medio de mis cadenas. ¡Así podré hablar libremente de él, como debo hacerlo (Ef. 6, 10-20).
Con excelente respeto y fraternal saludo en Cristo.
+ Stanisław Gądecki
Arzobispo metropolitano de Poznan
Presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia
Varsovia, 22 de febrero de 2022
Fiesta de la Cátedra de San Pedro».
El padre Alejandro Antonio Zelaya es licenciado en Psicología y miembro del Equipo de Formación Permanente del Clero de la diócesis de Avellaneda-Lanús.
UN OBISPO HABLA A OTRO OBISPO FRATERNALMENTE SOBRE LA CRISIS DE LA IGLESIA Y DE LA FE EN EUROPA (2).