Secretario personal del Papa Emérito: «Él decía: ‘lo más importante es que Dios siempre va primero’»

El secretario personal de Benedicto XVI, Georg Gänswein, habló sobre la vida de oración del Papa Emérito, en una reciente entrevista en profundidad. «Lo que experimenté con él como cardenal, pero también como Papa —después de todo, vivía con él— es que siempre teníamos tiempos fijados para la oración. Había excepciones, claro, como estando de viaje. Pero los tiempos de oración eran sacrosantos, eso significaba Santa Misa, breviario, Rosario, meditación», aseguró Gänswein.

Secretario personal del Papa Emérito

El prefecto de la Casa Pontificia y secretario personal de Benedicto XVI, Georg Gänswein, recordó que «él decía: ‘lo más importante es que Dios siempre va primero’», al reflexionar sobre la vida de oración del Papa Emérito, en una reciente entrevista en profundidad que brindó a Andreas Thonhauser, de la oficina de EWTN en el Vaticano. Gänswein trabajó con Benedicto XVI desde 1995, y vivió con él en el monasterio Mater Ecclesiae tras su renuncia en 2013.

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«Lo que experimenté con él como cardenal, pero también como Papa —después de todo, vivía con él— es que siempre teníamos tiempos fijados para la oración. Había excepciones, claro, como estando de viaje. Pero los tiempos de oración eran sacrosantos, eso significaba Santa Misa, breviario, Rosario, meditación», aseguró Gänswein, al explicar que eran tiempos fijados. «Él decía: ‘lo más importante es que Dios siempre va primero’. Primero, debemos buscar el Reino de Dios, todo lo demás vendrá por añadidura», reflexionó, en la entrevista que brindó el 22 de noviembre de 2022.

Gänswein consideró que «es una simple frase, y suena bien; pero no es tan fácil seguirla», dado que precisamente, el Papa Emérito le pedía que le ayudara a conseguir que se cumpliera así, al coordinar su agenda y actividades. Al ser consultado por los santos favoritos de Benedicto XVI, indicó que el «preferido era san José, pero pronto le añadió a san Agustín y san Buenaventura». «Y eso es simplemente porque había estudiado a estas 2 grandes figuras de la Iglesia muy intensamente y podía ver cómo fecundaban su vida espiritual e intelectual», afirmó el secretario personal del Papa Emérito.

Indicó que en cuanto a mujeres santas «la Virgen María es la número 1, por supuesto, y yo diría que santa Teresa de Ávila, que en su potencia espiritual e intelectual dio un testimonio que él encontraba muy impresionante; y, no te lo creerás, también la pequeña santa Teresa del Niño Jesús». Sobre la persona de Benedicto XVI, destacó su dulzura y que siempre mantenía la compostura. «Lo que siempre me impresionó, e incluso me sorprendió, fue su dulzura; lo sereno y jovial que era, incluso en situaciones muy agotadoras, muy exigentes y, a veces, incluso muy tristes desde el punto de vista humano. Nunca perdió la compostura; nunca perdía los estribos», recordó.

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