La Santa Sede denuncia «grave e injustificada decisión unilateral» del gobierno de Nicaragua de expulsar al nuncio, Waldemar Sommertag, en un comunicado del sábado 12 de marzo. Sommertag, nuncio en Nicaragua desde 2018, recibió una notificación por parte del gobierno de Daniel Ortega para dejar «inmediatamente» el país tras serle notificada la medida. El nuncio se fue de Nicaragua el 6 de marzo pasado.
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Suscríbase al boletín de VenLLa Sala de Prensa vaticana precisa en el texto que la Santa Sede recibió «con sorpresa y dolor la comunicación de que el gobierno de Nicaragua ha decidido retirar el beneplácito —agrément— a Waldemar Stanislaw Sommertag, nuncio apostólico en Managua desde 2018, imponiéndole que dejara inmediatamente el país después de notificarle esa medida». «Tal disposición resulta incomprensible ya que, durante su misión, Sommertag ha trabajado incansablemente por el bien de la Iglesia y del pueblo nicaragüense, especialmente por los más vulnerables, buscando siempre favorecer las buenas relaciones entre la Sede Apostólica y las autoridades de Nicaragua», ratifica.
«Merece particular mención su participación como testigo y acompañante de la Mesa de Diálogo Nacional entre el gobierno y la oposición política, en vista de la reconciliación nacional y de la liberación de los presos políticos. Convencida de que esta grave e injustificada decisión unilateral no refleja los sentimientos del pueblo de Nicaragua, profundamente cristiano, la Santa Sede desea reafirmar su plena confianza en el Representante Pontificio», denuncia, a través del comunicado. Sommertag fue nombrado nuncio en Nicaragua cuando el país encontraba en una grave crisis social y política que derivaron en masivas manifestaciones antigubernamentales. El gobierno de Ortega respondió con represiones en varias ciudades. El nuncio participó como testigo en la segunda etapa de diálogo, realizado en 2019, pero no se obtuvieron resultados. Las relaciones entre el gobierno y los obispos católicos son tensas tras las protestas de 2018.
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