El observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, Gabriele Caccia, denunció que «la familia es cada vez más denigrada en sedes internacionales», en su discurso en Nueva York, durante la 62 sesión de la Comisión de Desarrollo Social de las Naciones Unidas, cuya tarea es apoyar políticas capaces de acelerar en la implementación de la Agenda 2030.
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Suscríbase al boletín de VenLReiteró la obligación especial de la ONU «hacia quienes son pobres y se encuentran en situaciones de vulnerabilidad», y el deber de «aliviar los efectos de la pobreza abordando primero sus causas profundas». Destacó que la familia es central para el desarrollo, dado que es «la primera sociedad que cada uno de nosotros conoce» y la Declaración Universal de Derechos Humanos reconoce su «derecho a la protección por parte de la sociedad y del Estado».
Caccia lamentó que esto no siempre sucede. «Con ocasión del trigésimo aniversario del Año Internacional de la Familia, mi delegación está profundamente preocupada por el hecho de que la familia es cada vez más menospreciada o incluso denigrada en sedes internacionales… Ante el desarrollo social la familia no es accesoria ni tangencial, ni mucho menos nociva», precisó.
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