El sacerdote Camilo Dib queda suspendido de sus funciones ministeriales por agredir físicamente al obispo de San Rafael, Eduardo Taussig, durante una reunión en la sede episcopal, el lunes 21 de diciembre. «El Derecho Canónico, en su canon 1370, parágrafo 2, declara que si un clérigo usa de violencia física contra el obispo, incurre automáticamente —latae sentetiae— en la censura de suspensión. Quedando suspendido automáticamente por el hecho realizado, el padre Camilo Dib tiene prohibido todo uso de su ministerio sacerdotal», recordó el obispado de San Rafael en un comunicado publicado el martes 22 de diciembre.
«En la mañana de ayer, citado por el obispo, Eduardo María Taussig, compareció el presbítero Camilo Dib. Se hallaban presentes, además el presidente de la Comisión Diocesana de Justicia, Víctor Torres Jordán, y el canciller de la diócesis, Luis Gutierrez Drisaldi. El motivo de la citación era el de ofrecer al padre Dib la oportunidad de un descargo sobre su participación en los hechos ocurridos en Malargüe, el pasado día 21 de noviembre», precisó, al referirse a unas protestas por el conflicto que se produjo en torno al cierre del seminario Santa María Madre de Dios, una directiva de la Santa Sede. Según publicó Télam, Dib sería quien días atrás habría alentado a fieles a realizar un escrache al prelado local. «En un momento de la declaración, el padre Dib perdió el control y, de improviso, atacó con violencia al obispo. De este primer ataque se siguió la rotura del asiento en que estaba sentado el obispo», explicó la jurisdicción eclesiástica, al referirse al sacerdote que queda suspendido tras agredir físicamente al obispo Taussig.
Aseguró que «los presentes intentaron detener la furia del sacerdote que, a pesar de todo, una vez más intentó atacar al obispo que, gracias a Dios, pudo ser cubierto por uno de los presentes, retirándose de la oficina en la que se encontraban». «Cuando todo parecía haberse serenado, el padre Camilo Dib volvió a enardecerse y, fuera de sí, trató de atacar una vez más al obispo que se había retirado al comedor del obispado. Los presentes pudieron impedir que se le acercara y empeorara las cosas. En ese momento también intervino el párroco de Nuestra Señora del Carmen de Malargüe, Alejandro Casado, quien acompañó al atacante y saliendo fuera del obispado lo llevó en su vehículo, retirándose ambos definitivamente», indicó.
Comunicado del obispado de San Rafael sobre los hechos.
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