Los trabajadores remueven la base de columna constantiniana del Santo Sepulcro, en Jerusalén, donde se está restaurando el pavimento de la basílica, al Museo de Studium Biblicum Franciscanum, el martes 18 y miércoles 19 de octubre a las 5 de la mañana. El peso de la base de mármol supera las 6 toneladas, una compleja operación de transporte coordinada por la Oficina Técnica de la Custodia. El traslado de esta base de columna tuvo lugar en 1969 con motivo de la restauración de la Anástasis.
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Suscríbase al boletín de VenL«Las restauraciones organizadas por las 3 unidades de los años 60 y 70 dieron la oportunidad de descubrir estos elementos antiguos y comprobar el estado de pobreza en el que se encontraban. Para esto era necesario un reemplazo. El padre Virgilio Corbo, por parte de los franciscanos, realizó los primeros análisis arqueológicos y los primeros estudios, publicados en un gran volumen en la década de los 80. Y hoy estos trabajos pueden retomarse gracias a circunstancias favorables y conducirán a un conocimiento mayor del que se podría haber conocido previamente», indicó fray Eugenio Alliata, director del Museo de la Flagelación.
El transporte de la columna de madrugada fue un gran desafío, desde el interior de la Basílica hasta la puerta de salida a través de portones y calles estrechas, por un tramo de la Vía Dolorosa hasta el Museo Terra Sancta que se encuentra dentro del complejo franciscano del Convento de la Flagelación. La columna se colocará en una sala especial del SBF dedicada al Santo Sepulcro. «Esta pieza acompañará a las demás y completará un poco la forma porque entre todas se podrá ver o reconstruir al menos mentalmente toda la columna desde la base hasta el fuste de la columna, hasta el capitel. Esta columna estará en el museo junto con las demás y junto con el resto de piezas que han llegado anteriormente. Este era el último que faltaba», afirmó fray Eugenio, después de que remueven la base de la columna constantiniana.
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