Krzysztof Józef Nykiel, regente de la Penitenciaría Apostólica, animó a redescubrir la Confesión en el Año Santo de 2025, al reflexionar sobre el tiempo de renovación espiritual, conversión y reconciliación que ofrece el Jubileo de la Esperanza. Precisó que «una indulgencia es la manifestación tangible de la misericordia de Dios, que trasciende y transforma los límites de la justicia humana».
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Suscríbase al boletín de VenLEl prelado precisó que aprendemos de su significado estudiando la vida de los santos. «Mirando su ejemplo, vemos que la gracia de Dios puede transformar incluso las mayores debilidades. Nos da esperanza en el perdón de nuestros pecados y apoyo para seguir el camino de la santidad. La indulgencia libera el corazón del peso del pecado para que la reparación pueda hacerse con plena libertad», aseguró.
Nykiel destacó que la confesión es un elemento indispensable de una peregrinación considerada como una experiencia de conversión. Explicó que durante la Confesión «reconocemos nuestros pecados y los presentamos a Dios, pidiéndole perdón», dado que «el sacerdote es un administrador, es decir, un servidor, y al mismo tiempo un prudente administrador de la misericordia de Dios. Se le confía la grave responsabilidad de ‘perdonar o retener los pecados’ (ver Jn 20;23)».
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