La comunidad de la Universidad Estatal de Mindanao (MSU) en Marawi reabrió sus puertas después de 8 días de cierre debido al atentado islamista con bomba que masacró a 4 católicos durante una Misa en el gimnasio convertido en capilla, el 3 de diciembre pasado. Hubo una vigilia de oración antes de la reanudación de las actividades , a la que asistieron las autoridades académicas, el personal de la universidad, los estudiantes, el obispo Edwin De la Peña de la Prelatura Territorial de Marawi y el arzobispo Antonio Ladesma.
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Suscríbase al boletín de VenLLa institución manifestó nuevamente sus «más profundas y sinceras condolencias a las familias de las 4 personas fallecidas en la explosión». Las víctimas, identificadas como los estudiantes católicos Junrey Barbante y Janine Arenas, la profesora Evangeline Aromin y Riza Daniel, madre de otro estudiante, fueron recordadas con respeto y cariño durante la vigilia. «Rezamos para que las víctimas descansen en paz y reciban la justicia que merecen. Nos unimos al dolor de las familias y, sinceramente, una parte de nosotros, de cada estudiante o profesor de la MSU murió y permanece con ellos, indicó Basari Mapupuno, presidente de la MSU.
La reanudación de la actividad se coordinó con las fuerzas de seguridad y las autoridades locales, después que la universidad garantizó medidas de seguridad y un entorno favorable al aprendizaje. La universidad brinda atención psicosocial y servicios de apoyo, al garantizar alojamiento especial, transporte y exenciones en el itinerario académico a los implicados. El gobierno de Lanao del Sur colabora en el transporte de los estudiantes desde Cagayan de Oro, Pagadian y Malabang. Unos 2.000 estudiantes de los 15.000 matriculados regresaron a sus provincias de origen, traumatizados por el ataque. El atentado fue reivindicado por grupos locales afiliados al Estado Islámico.
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