Las propiedades cristianas se encuentran en peligro en Irak, después que el presidente del país, Abdul Latif Rashid, anuló el «reconocimiento institucional» del cargo que ostenta desde 2013 el cardenal y patriarca de los Caldeos, Louis Raphael Sako, lo cual afectó directamente a la máxima autoridad eclesiástica del país, y por ello «responsable de los bienes de la Iglesia». Una fuente eclesiástica aseguró a ‘Asia News’ en Irak, que todo el asunto se refiere al «control de los bienes y propiedades de los cristianos, de la Iglesia, que alguien quiere quitarle».
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«Esta anulación no afecta al estatuto religioso o jurídico del patriarca Sako, ya que fue nombrado por la Sede Apostólica», indicó Rashid, dirigente kurdo musulmán, al considerar que lo que hacen es «corregir» un asunto de naturaleza «constitucional». La decisión del mandatario acabaría por privar al patriarca de la administración de los bienes de la Iglesia, que desde hace tiempo está en el blanco de Ryan ‘el Caldeo’ y de las Brigadas de Babilonia. «Y no es casualidad que la decisión del presidente se haya producido pocos días después de que Rashid se reuniera con Ryan, el autodenominado líder cristiano. Otros quieren intervenir, mandar, expropiar lo que pertenece a los cristianos», afirmó la fuente.
Indicó que «desde hace más de 100 años, el patriarca, después de ser nombrado por el Papa, recibe el reconocimiento de su cargo por decreto, primero del rey y luego del presidente, en el que se afirma que es el jefe de la Iglesia y el custodio de sus bienes». Con la anulación del decreto presidencial, Sako «acabaría perdiendo legalmente el control de la propiedad y de los bienes mismos», reiteró la fuente, pero el purpurado «está decidido a dar la batalla y ya está estudiando el recurso ante los tribunales para que prevalezca la ley y se haga justicia». La revocación del decreto es el último capítulo de una serie de ataques que golpearon a la figura más autorizada de la Iglesia caldea de Irak.
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