El presidente musulmán suní de Irak, Barham Salih, precisó que «se debe proteger» a los cristianos porque «son parte importante» del país, al asistir a la Misa de Nochebuena en la catedral de San José en Bagdad. Indicó que el gobierno no solo debe hacer todo lo posible para defender a los cristianos y ayudarlos a regresar, sino también para reprimir la violencia extremista y erradicar la corrupción.
Sostuvo que el gobierno «debe hacer serios esfuerzos para permitir que los cristianos irakíes regresen y vivan una vida segura y digna en su tierra natal». «Se deben proteger sus derechos religiosos y culturales. Como muestra la historia del país, son una parte importante del pueblo de Irak», explicó el mandatario, tras asegurar que Irak es un país diverso y sin cristianos «la fuerza que nos da nuestra diversidad de religiones y etnias seguramente se habría perdido». Salih habló después de que el parlamento de Irak decidió declarar la Navidad como festivo. La decisión sobre la Navidad y la presencia del presidente en la Misa son signos de buena voluntad antes del viaje de Francisco del 5 al 8 de marzo de 2021.
Christmas Mass at St. Joseph Church in Baghdad;
I wish you all a Merry Christmas. We celebrate the enduring values of peace, tolerance embodied by Jesus Christ. Diversity of Iraq’s society is our cherished strength; together we will confront extremism,work for a better future. pic.twitter.com/yCrOiOWWy7— Barham Salih (@BarhamSalih) December 25, 2020
«En los últimos años, los cristianos irakíes sufrieron a causa del extremismo y el terrorismo aquí. Esto ha visto al país perder su capital humano, ya que se han visto obligados a abandonar sus hogares, o fueron asesinados o desplazados por grupos primitivos y atrasados», aseguró. El director general de la sección que se ocupa de las comunidades cristianas dentro del Ministerio de Dotaciones y Asuntos Religiosos de la Región Autónoma del Kurdistán irakí, Khalid Jamal Albert, afirmó que al menos 55.000 refugiados cristianos irakíes refugiados en Kurdistán quedaron expatriados en los últimos años, la mayor parte mudándose a países de América del Norte, Australia y Europa, así como a otros países de Oriente Próximo. Destacó que los cristianos expatriados en los últimos años representan el 40% de los casi 138.000 bautizados que encontraron refugio en Kurdistán, tras huir de Mosul y de ciudades y pueblos de la Llanura de Nínive, a la llegada del Estado Islámico, en un discurso emitido por Rudaw Media Network.
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