El presidente de la Conferencia Episcopal de Haití, Launay Saturné, precisó que «hay un sentimiento generalizado de desconfianza», al describir el estado de ánimo de los haitianos unos días después del asesinato del presidente Jovenel Moïse, mientras la policía, que continúa las investigaciones, detuvo al presunto autor intelectual y busca al resto del comando formado en su mayoría por antiguos soldados del ejército colombiano.
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Suscríbase al boletín de VenL«Las autoridades deben trabajar para encontrar a los autores y llevarlos ante la justicia. Hay un sentimiento de desconfianza en la población hacia los gobernantes, también por la corrupción generalizada», indicó el presidente de Conferencia Episcopal de Haití. «Creo que hay mucho que hacer para restablecer la confianza, mediante una política orientada al bien común. Deseamos fervientemente un cambio radical, un nuevo comienzo. Restablecer la confianza requiere transparencia a todos los niveles, en la gestión de los asuntos públicos y en el poder judicial», consideró.
Recordó que su primera reacción tras enterarse del asesinato del mandatario fue «sin duda, de asombro y consternación». «Al despertarnos el miércoles 7 de julio, no esperábamos escuchar la noticia de un crimen tan atroz y cobarde. La segunda reacción fue la pregunta de quién apoyó y se benefició de este crimen, y la tercera reacción fue, y es, el miedo a que el país caiga en el caos. La población se da cuenta de que nadie es inmune, esto es una tragedia que se suma a la inestabilidad que ya existe», explicó el prelado. Por otro lado, pidió «dejar espacio para el entendimiento, para el diálogo, para hacer realidad las aspiraciones de este pueblo que ha sufrido demasiado». «La Iglesia renueva su compromiso con el establecimiento de una sociedad basada en el respeto al derecho a la vida de todos los hijos de nuestra nación», ratificó Saturné.
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