El presidente de Caritas Líbano, el padre Michel Abboud, indicó que «la situación de la salud en la tierra de los cedros alcanzó niveles dramáticos», tras emitir a través de los medios de comunicación y las redes sociales «un llamamiento para pedir ayuda». El Líbano vive una de las peores crisis económicas de los últimos 150 años. Desde hace tiempo que en el país se vive una escasez crónica de medicamentos y la gente fallece esperándolos, cuya situación se suma a la estado de los hospitales, donde el sistema está colapsado. El 16 y 17 de septiembre está prevista la visita del director general de la OMS para responder a la grave crisis. En agosto pasado, decenas de pacientes oncológicos se manifestaron frente a la sede de la ONU.
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Abboud explicó que en el Líbano «no hay medicamentos y muchos llaman a las puertas de Caritas en busca de ayuda, sobre todo de medicamentos que salvan la vida». «Hacemos todo lo que podemos para ayudarlos, incluso a través de canales en el exterior pero es una empresa difícil porque son muy caros. Hay personas que dependen de los respiradores que mueren porque las máquinas se detienen por los cortes de luz. Historias dramáticas que no se conocen, pero que nos cuentan los familiares», indicó el presbítero. Denunció que «muchas drogas no llegan e incluso si llegan, no están a la venta o tienen precios exorbitantes». «Muchas personas con enfermedades crónicas recurren a Caritas en busca de medicamentos contra la hipertensión o la diabetes. Los que necesitan quimioterapia y los pacientes oncológicos mueren esperando atención y ni siquiera se pueden encontrar las vacunas básicas para los niños», afirmó el presidente de Caritas Líbano, quien reiteró «la situación de la salud alcanzó niveles dramáticos» en el país.
«Cada vez se ven más personas que llegan al Líbano desde el exterior con maletas llenas de medicamentos para familiares y amigos. Todavía no conocemos las dimensiones exactas del fenómeno ni cuántos libaneses murieron por falta de atención. Nosotros intentamos hacer una investigación por nuestra cuenta, para evaluar las variaciones en la tasa de mortalidad», sostuvo, al afirmar que «mientras tanto, tratamos de hacer hacer todo lo posible, proporcionando paneles solares o baterías para mantener en funcionamiento las máquinas de oxígeno». Al referirse al estado del país, consideró que «todo se debe a la corrupción porque el Líbano no es un país pobre sino un país saqueado por una clase política y dirigente que lo empobreció», tras alertar que «el COVID y la explosión en el puerto son grandes tragedias, pero las causas principales hay que buscarlas en otra parte». Actualmente, Caritas lleva adelante varias iniciativas, desde la búsqueda de medicamentos hasta la atención médica para los más necesitados. «Vamos a las aldeas con médicos egipcios para realizar operaciones de cataratas gratuitas. Más de 100 en poco tiempo, pero hay miles de pedidos y gente que espera la intervención desde hace 2 años», explicó.
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