El proyecto de la primera catedral católica de Kirguistán lo presentan recientemente durante una conferencia de prensa celebrada, en Biškek. Las obras de construcción comenzarán en los próximos meses de invierno, y se espera que el proyecto del templo, cuya primera piedra fue bendecida por el Papa Francisco en el viaje a Kazajistán, esté terminado en 3 años. La iniciativa de construcción de la catedral católica forma parte del desarrollo urbanístico que caracterizó a Biskek en los últimos años.
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Suscríbase al boletín de VenLEl edificio de culto se levantará en el centro de la capital del país, Biskek, donde actualmente la única iglesia católica de la ciudad se encuentra en una zona extremadamente periférica. «En un país de mayoría musulmana, hay gente que ni siquiera sabe de la existencia de la parroquia alejada del centro, sobre todo porque no está conectada por transporte y solo hace un año que pavimentaron la carretera que lleva a la iglesia», explicó Damian Wojciechowski, sacerdote jesuita y ecónomo de la Administración Apostólica de Kirguistán, después de que presentan el proyecto de la primera catedral.
La construcción de la pequeña iglesia en los suburbios se produjo tras un permiso concedido en 1969 por las autoridades soviéticas a algunos católicos alemanes, una comunidad formada por los que habían sido deportados allí durante la Segunda Guerra Mundial. El terreno para la construcción, aislado y de difícil acceso, fue elegido para evitar dar excesiva visibilidad a la iglesia. «Los espacios de los que disponemos ahora son muy pequeños y no nos permiten realizar todas las actividades que nos gustaría», lamentó. La Iglesia en el país se encuentra también al servicio de los necesitados. «Las actividades benéficas nunca cesaron ni siquiera durante la guerra civil de 2010 o la reciente pandemia. También tenemos un hogar para madres solteras y otro para niños y jóvenes discapacitados», precisó.
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