La Policía de Irlanda impide a los fieles ir a Misa, tras instalar dispositivos de bloqueo de acceso, el domingo de Ramos, 28 de marzo. Al menos unos 20 fieles lograron llegar al templo católico a pesar del dispositivo policial y en el interior de la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes en Mullahoran mantuvieron una adecuada distancia de seguridad por la pandemia de COVID-19. En Irlanda, continúan las restricciones a la libertad religiosa.
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Los agentes de policía desplegaron dispositivos de control de acceso perimetral alrededor de algunos templos para impedir a los fieles asistir a Misa. Según precisó ‘Irish Times’, muchos ciudadanos fueron bloqueados por puestos de control que incluían el bloqueo parcial de carreteras de los alrededores. «Esto es sectarismo. Esto va en contra de nuestra fe. Es un acto sectario contra nuestra Iglesia católica alentado por el gobierno que ya no cree en Dios», denunció el sacerdote J. Hughes, que ya fue multado.
El gobierno de Irlanda tiene decretado el nivel 5 de alerta debido al coronavirus, lo que incluye la prohibición de acudir a los templos, excepto para la celebración de bodas o de funerales, con aforos restringidos. La postura del gobierno sobre la ‘legalidad’ de la celebración de Misas fue cambiante en los últimos meses. Según explicó ‘The Irish Catholic’, en noviembre pasado, portavoces del Ministerio de Sanidad negaban que celebrar un servicio religioso sea delito, pero ahora consideran que supuestamente «es un delito que un sacerdote salga de su casa para celebrar una Misa pública, a menos que se trate de un funeral o una boda» y que «es un delito similar que un feligrés salga de su casa para asistir a Misa».
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