Hubo polémica en India en los últimos días por la confirmación de una mega celebración hindú a pesar de más de 3.000 fallecidos diarios por COVID-19, que luego tuvo que ser suspendida. El gobierno local del Estado de Uttarakhand confirmó el 28 de abril pasado la celebración de la peregrinación anual del ‘Char Dham Yatra’, prevista del 14 al 18 de mayo próximo, y tuvo que dar marcha atrás con la autorización, luego del aumento del 1.800% en los casos positivos de coronavirus ya registrados durante el Kumbh Mela.
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El jefe de gobierno Tirath Singh Rawat suspendió el encuentro religioso y explicó que sólo los sacerdotes hindúes de los 4 templos donde se celebra el ‘Char Dham Yatra’ realizarán la puja y otros rituales. Las autoridades locales tratan de dejar de lado eventos y símbolos, tras recordar las medidas sanitarias, en medio de la nueva ola de la pandemia y la ayuda internacional comienza a llegar al país. «Me resulta bastante exasperante ver la irresponsabilidad del gobierno de Uttarakhand incluso después de la catástrofe del Kumbh Mela, que vimos hace unas semanas. Espero y rezo para que prevalezca el sentido común», sostuvo Babu Joseph, un religioso del Instituto del Verbo Encarnado, tras la polémica por la noticia sobre la mega celebración hindú. «La idea de que estos rituales religiosos aliviarán el sufrimiento del pueblo es engañosa. Lo que se necesita es un suministro adecuado de oxígeno y otros medicamentos para hacer frente a la situación», precisó Babu Joseph.
Afirmó que mientras comienzan a llegar los equipos de oxígeno de emergencia, enviados por la comunidad internacional, se debe reconocer que «la mayor parte de la ayuda procede de aquellos países a los que los fundamentalistas hindúes suelen atacar». Recordó que «por ejemplo, Estados Unidos, en el informe 2021 de la Comisión de Libertad Religiosa en el Mundo (Uscifr), escribe que las condiciones de la libertad religiosa en la India continúan su trayectoria negativa». «Los extremistas dicen que la comunidad internacional no tiene derecho ni capacidad para definir en qué medida se respetan los derechos constitucionales en la India. Ahora los líderes de la derecha india harían bien en reflexionar sobre sus acusaciones infundadas de conversiones forzadas. Acusaciones que han endilgado a tantas realidades cristianas que trabajan codo a codo con los que sufren en este país», consideró.
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