El patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, aseveró que desde hace años «se intenta aprovechar la debilidad de las iglesias» para apropiarse de sus bienes, tras la reciente sentencia del Tribunal Supremo de Israel que confirmó la adquisición del grupo ‘Ateret Cohanim’, una organización radical de colonos judíos de propiedades situadas en Jerusalén Este y pertenecientes a la Iglesia greco-ortodoxa, tras una larga batalla legal. La Corte Suprema rechazó definitivamente el recurso presentado por la Iglesia ortodoxa griega, que en su momento era propietaria de los 3 edificios en disputa.
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Pizzaballa, si bien no entra en el mérito de la sentencia, la contextualiza en un momento difícil para la presencia cristiana en Israel y en Tierra Santa. «Es un tema que se remonta a muchos años atrás y a lo largo del cual ha habido diatribas y luchas de todo tipo. Pero más allá de la cuestión concreta, en la que no estoy en condiciones de entrar porque no conozco todos los detalles, puedo sin embargo decir que en los últimos años asistimos, sobre todo por parte de algunas franjas extremistas y radicales israelíes, a un intento de aprovechar la debilidad de las iglesias para apropiarse de una propiedad estratégica, en este caso cerca de la Puerta de Jaffa en la Ciudad Vieja, que es verdaderamente estratégica, y por tanto para intentar crear ‘hechos’ en el territorio, algo que condenamos y contestamos», denunció el patriarca latino de Jerusalén, al sostener que se intenta aprovechar la debilidad de las iglesias para apropiarse de sus bienes.
Al referirse a la situación del patrimonio de la Iglesia católica, aseguró que es «un momento particular, en el sentido de que la Iglesia católica no tiene tantas propiedades como la ortodoxa, pero sigue habiendo muchas propiedades que, sin embargo, como creo que en muchas otras partes del mundo, aquí también son cada vez más difíciles de gestionar, tanto por el mantenimiento ordinario como por el extraordinario y por las leyes que cambian y los impuestos que aumentan». «Se están convirtiendo en una gran preocupación y en cualquier caso estos bienes son importantes porque son una herramienta que necesitamos para poder expresarnos con nuestras actividades, como en el caso de las escuelas, los hospitales, las residencias de ancianos… que podemos expresar dentro de estas propiedades. Así que el momento es un poco especial también porque, sobre todo después de dos años de pandemia, los recursos han disminuido aún más», enfatizó .
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