Pastores Fulani armados, que vestían de negro, asesinan a 10 cristianos —que tenían entre 4 y 86 años— e incendian 100 hogares en la aldea de Ta’agbe del estado de Plateau, en Nigeria, al grito de «Alá es grande», el viernes 26 de noviembre a la 1 de la madrugada, en lo que fue otro ataque brutal contra cristianos del país de África Occidental, según informó el organismo de control de persecución con sede en Estados Unidos ‘International Christian Concern’ (ICC).
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«Perdí a mis nietos por la causa de Cristo», precisó el sobreviviente Sibi Gara, mientras se recuperaba en un hospital. «Dormí afuera en la calle», relató otra de las personas que sobrevivió y perdió a 6 familiares. El ataque, en el que los pastores Fulani asesinan a 10 cristianos, provocó el desplazamiento de casi 700 personas, tal como aseguró ICC. El organismo explicó que el presidente nacional del Movimiento Juvenil de Irigwe afirmó que el ataque parecía tener como objetivo eliminar a los cristianos del área. El gobernador del estado de Plateau, Simon Bako Lalong, condenó el ataque.
«No se escatimarán recursos ni esfuerzos para seguir concienzudamente el rastro de quienes disfrutan atacando y asesinando a ciudadanos inocentes y destruyendo sus hogares y medios de subsistencia», aseveró Lalong. El grupo de vigilancia de la persecución cristiana ‘Open Doors USA’ ubica a Nigeria en el número 9 en su Lista Mundial de Vigilancia 2021 de países donde los cristianos enfrentan la persecución más severa. A principios de este mes, la administración Biden eliminó a Nigeria de la lista del Departamento de Estado de «países de especial preocupación», pese a las preocupaciones de que las comunidades agrícolas predominantemente cristianas enfrenten una violencia cada vez mayor.
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