El sacerdote eritreo Mussie Zerai aseveró que pasan 2 meses sin noticias de Fikremariam Hagos, obispo católico de Segheneity en el sur de Eritrea, que fue retenido en el aeropuerto de Asmara, la capital del país de África Oriental, en una entrevista para la revista ‘Tempi’. El gobierno de Eritrea, conocido por constantes violaciones de la libertad religiosa, nunca había arrestado a un obispo católico. A principios de octubre pasado, la semana anterior a la detención de Hagos, habían sido detenidos otros 2 sacerdotes católicos.
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Suscríbase al boletín de VenL«Nadie pudo visitarlo desde el día de su arresto y nadie sabe dónde está realmente. No hay cargos formales, el régimen no comunicó nada. Este arresto no tiene base legal», explicó el presbítero, quien se refirió a los motivos que pueden estar detrás del arresto del prelado. «Hagos se limitó en el último período a pedir explicaciones al régimen sobre la confiscación de escuelas y clínicas católicas por parte del gobierno. También protestó por el trato que reciben los fieles de su diócesis: cuando una persona huye de Eritrea el régimen persigue a su familia, echando a parientes de la casa o apoderándose de su ganado, que es su único sustento para los campesinos», sostuvo el padre Mussie, después de que pasan 2 meses sin noticias del obispo católico retenido.
Reiteró que «el obispo no hizo más que cuidar de su rebaño y dar voz a su pueblo, pidiendo públicamente explicaciones». «Es imposible entender cuáles son las razones que empujan al gobierno a comportarse de esta manera. El cierre de clínicas y escuelas comenzó en 2019, y la última institución cerró en septiembre. Esta decisión es incomprensible: los católicos cuidan de toda la población, ¿por qué impedir que lo hagan?. Este caso es único porque un obispo católico nunca fue arrestado. El patriarca de la Iglesia Ortodoxa, Abune Antonios, fallecido el 9 de febrero a los 94 años, pasó los últimos 16 años de su vida bajo arresto, primero en prisión y luego bajo arresto domiciliario», enfatizó.
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