El padre Peter Amodu, que pertenece a la Congregación del Espíritu Santo —Espiritanos—, es otro sacerdote secuestrado cuando se dirigía a celebrar Misa en Okwungaga-Ugbokolo, en la carretera Otukpo- Ugbokolo, en el centro-norte de Nigeria, el miércoles 6 de julio alrededor de las 17, tal como confirmó la diócesis de Otukpo, en el estado de Benue, en un comunicado. El presbítero raptado sirve en la Iglesia del Espíritu Santo en Eke-Olengbeche.
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El padre Amodu, otro sacerdote que es secuestrado cuando iba a celebrar Misa, es el último de los presbíteros víctimas de rapto o intento de secuestro en los últimos días en diferentes partes del país de África Occidental. Uno de ellos fue el padre Luigi Brena, misionero somasco de 64 años, que contrariamente a lo informado no fue liberado por la policía, tal como las autoridades precisaron en un comunicado. El presbítero y vicario general los Padres de Somascos, Antonio Nieto Sepúlveda, habló por teléfono directamente con el padre Brena y con los 2 religiosos nigerianos que viven en la misma comunidad.
«El padre se defendió del secuestro agarrándose a una barandilla. Por lo que los secuestradores empezaron a disparar. Luego le golpearon y le hirieron con un cuchillo: le cortaron media oreja, por lo que fue hospitalizado. La policía dijo que intervino inmediatamente y lo liberó; pero no es cierto, la policía llegó mucho más tarde», explicó Nieto Sepúlveda. El jueves 6 de julio, hubo un asalto en la prisión de Kuje, en las afueras de la capital federal, Abuja, que terminó con la liberación de unos 440 reclusos. La redada fue reivindicada por la rama local del Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP).
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