El obispo de Rumbek, Christian Carlassare, finalmente tuvo la ceremonia en la que lo ordenan en la catedral local, el 25 de marzo pasado, en la fiesta de la Anunciación, tras recuperarse después de la larga rehabilitación que debió realizar por el atentado sufrido en abril de 2021. El misionero comboniano italiano, de 44 años, fue nombrado por el Papa Francisco en la jurisdicción eclesiástica que llevaba 10 años sin obispo.
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«Para mí, recomenzar significa perdonar, porque sin el perdón no habría reinicio. La misericordia, en cambio, se convierte en la capacidad de establecer relaciones y reconstruirlas desde donde fueron interrumpidas», precisó Carlassare, quien experimentó el odio y la violencia de forma directa cuando fue herido de bala en las piernas en su residencia en la noche del 25 al 26 de abril de 2021, después del anuncio de su nombramiento como obispo de Rumbek. El prelado se refirió al próximo viaje del Pontífice a Sudán del Sur, que está previsto del 5 al 7 de julio próximo.
Consideró que será «el cumplimiento de una acción iniciada por el Pontífice hace mucho tiempo para pedir la paz para este país», que está devastado por años de luchas tribales y políticas, pero también afectado por la pobreza extrema. Pocos días antes de su ordenación episcopal y de la ceremonia de posesión, Carlassare fue recibido por el Papa en el Vaticano. «Fue una gran alegría conocer al Santo Padre en persona. Fue un momento muy sencillo y de gran armonía en el que me dijo pocas palabras pero esenciales: ‘No tengas miedo, el Señor acompaña y apoya siempre’», sostuvo el obispo Carlassare, al que recientemente ordenan.
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