Los obispos de la Patagonia argentina aseguraron que se unen «al pueblo de Dios que sufre violencia» en Chile, tras los incendios vandálicos de la iglesia de la Asunción y la de San Francisco de Borja en Santiago, en una carta dirigida a los prelados del país trasandino.
«Unimos nuestra oración. Queremos estar bien cerca de ustedes en comunión profunda, reafirmando la Buena Noticia del Evangelio ‘felices los que trabajan por la paz porque serán llamados hijos de Dios'», precisaron los obispos de la Patagonia, al indicar que se unen «al pueblo fiel de Dios que ciertamente sufre ante esos actos de violencia que destruyen los valores de convivencia, de paz y de respeto» en Chile.
La carta fue firmada por el obispo de San Carlos de Bariloche, Juan José Chaparro, el de Neuquén, Fernando Croxatto, el de Alto Valle del Río Negro, Marcelo Cuenca, el de Río Gallegos, Jorge García Cuerva, el de Comodoro Rivadavia, Joaquín Gimeno Lahoz, el de Viedma, Esteban Laxague, y de la prelatura de Esquel, José Slaby. Además, contó con la firma de los obispos auxiliares de Comodoro Rivadavia, Roberto Álvarez y Alejandro Benna, el obispo emérito de Neuquén, Marcelo Melani, el emérito de Alto Valle del Río Negro, Néstor Navarro, y Juan Carlos Romanín, obispo emérito de Río Gallegos.
