Los obispos de Paraguay piden acelerar campaña de inmunización, al alertar sobre el estado crítico del sistema sanitario en el país por la pandemia de COVID-19. El presidente de la Conferencia Episcopal de Paraguay (CEP), Adalberto Martínez Flores, precisó en una entrevista con ‘Vatican News’ que les preocupa «la ineficacia y la falta de respuesta a la gran cantidad de demanda que existe en los hospitales». En el país son pocas las vacunas que fueron aplicadas, dado que solo el 1,8% de la población está inmunizada, mientras que la primera dosis la recibió únicamente el 6,8% de los ciudadanos.
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Suscríbase al boletín de VenL «Nos duele profundamente ver a nuestra gente correr angustiados a los hospitales y a los centros de ayuda social, donde muchas veces y tristemente reciben como respuesta ‘no tenemos’», indicó, al afirmar que frente a esa situación se destaca las ayudas solidarias por los llamados ‘agentes pastorales’, que intentan cubrir las necesidades básicas, a través de ollas y farmacias populares en distintos puntos del país. El presidente de la CEP indicó que la mayoría de las vacunas son donaciones, pero «son muy pocas las que llegaron hasta ahora», por lo que solicitó «un esfuerzo extraordinario entre todos los sectores para salvar la mayor cantidad de vida posibles». Sostuvo, según dijo en la entrevista, que la situación que vive el país es consecuencia de que «la gente ya necesitaba volver a trabajar para alimentar a su familia, asegurar el pan diario», a lo que se suman «varios hechos de corrupción y el retraso de las vacunas».
Afirmó que los obispos de Paraguay, que piden acelerar campaña de inmunización, rezan «diariamente para que las condiciones mejoren». «Rezamos por el alma de los fallecidos, rezamos por la recomposición, sobre todo espiritual de las personas que en esta pandemia han perdido a un miembro de su familia», aseguró. «Nuestra población necesita ser inmunizada de manera inmediata, ya hemos perdido a muchos compatriotas, hay familias enteras que se nos fueron, hay niños huérfanos que van a crecer sin el amparo de su mamá y papá, hay muchos quienes han quedado con secuelas físicas y psicológicas, la condición económica de muchos es paupérrima y esta condición deber ser un sonido de alarma para las autoridades nacionales y los organismos internacionales», consideró Martínez Flores.
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