Los obispos de México afirmaron que el asesinato sin resolver del cardenal y arzobispo de Guadalajara, Juan Jesús Posadas, es «una herida abierta», al cumplirse el 30 aniversario de su ejecución. El purpurado fue masacrado a tiros el 24 de mayo de 1993 en el estacionamiento del Aeropuerto Internacional de Guadalajara, en Jalisco. Si bien algunos indicaron que fue asesinado en el fuego cruzado durante un enfrentamiento entre cárteles de la droga, las autoridades no resolvieron el caso.
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La Conferencia Episcopal de México recordó que el cardenal Posadas, arzobispo de Guadalajara de 1987 a 1993, «fue víctima de un acto de violencia injustificable que dejó una herida abierta en nuestros corazones y en la historia de nuestro país». Destacó a Posadas como «un hombre de fe inquebrantable y una voz valiente que defendió los valores cristianos y luchó incansablemente por la justicia y la paz en México». «Recordamos su vida y sacrificio con gratitud y admiración», aseguraron los prelados, al reconocer que «su compromiso con los más necesitados nos inspira a seguir su ejemplo de amor, servicio y perdón».
En la Conferencia del Episcopado Mexicano conmemoráramos el triste aniversario del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo. Hace treinta años, fue víctima de un acto de violencia injustificable que dejó una herida abierta en nuestros corazones y en la historia del país. pic.twitter.com/eIYfDJKTGG
— CEM (@IglesiaMexico) May 24, 2023
El cardenal Juan Sandoval, quien sucedió a Posadas como arzobispo de Guadalajara en 1994, relató una versión diferente de la historia en 2016. Sostuvo que el asesinato fue «un crimen de Estado, perpetrado por la Policía Judicial Federal, es decir, por la policía de la PGR». Sandoval enfatizó que un posible móvil del asesinato fueron las denuncias de Posadas sobre un vínculo entre las autoridades y el crimen organizado, así como su trabajo a favor de las reformas constitucionales de 1992, que reconocieron la personalidad jurídica del católico.
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