Los obispos de Estados Unidos exigen que «la libertad de conciencia y la libertad religiosa sean reconocidas y respetadas en todas partes», en una nota publicada tras celebrarse recientemente el 25 aniversario de la la Ley de Libertad Religiosa Internacional. El 27 de octubre de 1998, el país norteamericano se comprometió a velar por este derecho en aquellos países que la vulnerasen, y a proteger a las personas perseguidas por su fe.
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La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) invitó a los católicos unirse en oraciones para que se respete la libertad religiosa, tal como lo pidió Francisco en reiteradas ocasiones. El cardenal y presidente del Comité de Libertad Religiosa de la USCCB, Timothy Dolan, y el presidente del Comité para la justicia internacional y la paz de la USCCB, el obispo David Malloy, firmaron una nota en la que mencionaron la declaración sobre libertad religiosa del Concilio Vaticano II, Dignitatis humanae, promulgada por Pablo VI.
Recordaron que en ella se afirmaba que todo el mundo tiene derecho a esta libertad, que tiene su fundamento «en la dignidad misma de la persona humana». Por ello, los gobiernos tienen el deber de asegurar la protección de esta libertad para que «nadie se vea obligado a actuar de manera contraria a sus propias creencias». «El 80 % de los habitantes del mundo viven en países donde existen altos niveles de restricciones gubernamentales o sociales a la religión», lamentaron.
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