El obispo de la prelatura de Esquel, José Slaby, ratificó que «la gente tiene derecho a rezar y recibir el consuelo que necesita», en declaraciones a ‘FM Tiempo Esquel’, frente a las restricciones impuestas por el gobierno a las celebraciones religiosas por el COVID-19. El prelado precisó su malestar por la reciente suspensión de una Misa en Trevelin con intervención de la Policía. Indicó que entiende que en una pandemia debe haber restricciones. «Pero nos tenemos que cuidar todos y aprender a vivir de una manera diferente», consideró.
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«Pareciera que en el único lugar que se puede expandir la pandemia es en una Misa, en los encuentros dominicales de los católicos, cuando en la semana se pueden realizar todas las actividades. La Eucaristía no puede llevarse a cabo por la prohibición», denunció Slaby, tal como publicó ‘Diario Jornada’. «Parece que estuviéramos en tiempos de persecución», lamentó. Precisó que el sábado por la tarde fue a una carnicería a comprar y vio «la playa de estacionamiento de un supermercado lleno de vehículos, y no había nadie haciendo la fila para ingresar como en negocios pequeños». «¿No hay peligro en supermercado, no hay contagios?», cuestionó el obispo Slaby.
El prelado afirmó que en la semana, cuando van de 3 a 5 personas a la iglesia, respetan el distanciamiento y entran con barbijo, además de disponer en la puerta de alcohol. Slaby ratificó que rezar y participar de la Eucaristía es «un derecho fundamental y está garantizado por nuestra Constitución» y que las autoridades lo deben respetar, publicó ‘EQSnotas’. Recordó que no tuvieron contagios gracias al trabajo que llevan adelante para cumplir con las medidas preventivas establecidas. Precisó que desde la prelatura de Esquel asisten a «los despoblados que están colgados en la montaña y los políticos miran para otro lado». «Si podemos hacer acción social podemos permitir a la gente que rece el único día que tiene», enfatizó.