El obispo de Hyderabad y presidente de la Conferencia Episcopal de Pakistán, Samson Shukardin, repudió la «injusta» sentencia de muerte del joven cristiano Ehsan Shan, condenado por supuesta blasfemia en Pakistán, tras ser acusado de publicar una imagen del Corán dañado, en una entrevista con la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada.
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«Esta decisión es muy dolorosa para nosotros. Mucha gente se siente decepcionada», aseguró Shukardin, que además es presidente de la Comisión Nacional para la Justicia y la Paz (NCJP). «A uno de nuestros cristianos se le da una sentencia de muerte que es injusta y, sin embargo, no ocurrió nada con los demás acusados de crímenes contra las iglesias y las casas cristianas», aseveró.
El prelado denunció que en cambio «estas personas están siendo liberadas lentamente». Las noticias sobre la escritura profanada desencadenaron una jornada de violencia contra los cristianos en Jaranwala, donde más de 25 iglesias fueron incendiadas y más de 80 hogares cristianos saqueados. Shan deberá cumplir primero una pena de 22 años de «prisión rigurosa» y pagar una multa de un 1.000.000 de rupias —3.300 euros—.
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