El obispo de Ourense, España, José Leonardo Lemos, reiteró que «el seno del hogar no es el lugar apropiado para custodiar las cenizas de los queridos difuntos», en una carta en la que abordó el tema de la cremación, al aprovechar la conmemoración de los fieles difuntos, el martes 2 de noviembre. El prelado precisó que «a lo largo de los últimos años se están expandiendo una serie de costumbres que muchos fieles, por ignorancia, desconocen que no son auténticamente cristianas».
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«La Iglesia, aunque permite la cremación, recomienda que los cuerpos de los difuntos sean sepultados en los cementerios u otros lugares sagrados. Sin embargo, cuando los creyentes optan por la cremación del cadáver de su ser querido, deben evitar todo signo, rito o modalidad de conservación de las cenizas que nazca o pueda ser interpretado como regresión a una visión no cristiana de la muerte y de la esperanza en la vida eterna», pidió Lemos, tras reiterar el lugar en el que deben estar los restos de los cristianos.
El prelado enfatizó que «es necesario recordar que las cenizas de nuestros seres queridos deben custodiarse en los cementerios o en cualquier otro lugar destinado para ello». «Por consiguiente, el seno del hogar, aunque se busque un lugar destacado, no es el lugar apropiado para custodiar las cenizas de los queridos difuntos», aseguró el obispo de Ourense. «El recuerdo de los difuntos, el cuidado de los sepulcros y los sufragios son testimonios de confiada esperanza, arraigada en la certeza de que la muerte no es la última palabra sobre la suerte humana, puesto que el hombre está destinado a una vida sin límite, cuya raíz y realización está en Dios», indicó en su escrito, al recordar las palabras del Papa Francisco.
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