Obispo de Birmania: «Todos quedamos fuera de nuestras parroquias»

El obispo de Loikaw, capital del estado de Kayah, Celso Ba Shwe, indicó que todos quedaron fuera de sus parroquias, dado que la ciudad local predominantemente cristiana sigue ocupada por el ejército birmano y los soldados tomaron posesión de la sede de la diócesis y de la catedral de Cristo Rey, y las usan como base militar, lo que lo obligó a él y otros religiosos a refugiarse «en la selva», en aldeas que hasta ahora se libraron de los combates.

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«Estamos en medio de un conflicto armado en el que, debido a la destrucción y el caos político, todos quedamos fuera de nuestras respectivas parroquias», sostuvo el prelado, quien explicó que tuvieron que «abandonar la catedral y dejar prácticamente todo» en su centro pastoral diocesano. «La situación en el territorio de la diócesis, sumido en los enfrentamientos, es muy peligrosa; la mayoría de las parroquias fueron abandonadas y están vacías. Esto plantea la cuestión de si las iglesias funcionan y si la diócesis de Loikaw todavía existe», aseguró.

Ba Shwe, a pesar de la dramática situación, animó a los fieles a mantener la esperanza, y difundió una carta pastoral al acercarse la Navidad. «Quiero recordarles que una diócesis es una porción del pueblo de Dios… La principal dinámica de la comunidad es el anuncio del Evangelio y la celebración de la Eucaristía. En nuestro caso, incluso en el sufrimiento, la Iglesia fundada por Cristo está viva y presente. Es importante que todos permanezcamos unidos, viviendo en comunión espiritual y solidaridad en la comunidad que, reunida en torno al Evangelio y a la Eucaristía, atraviesa este desierto», reflexionó.

Más de 20 de las 41 parroquias de la jurisdicción eclesiástica quedaron vacías debido al conflicto, y los sacerdotes y religiosas fueron desplazados junto con los fieles. «Les agradezco a ustedes, sacerdotes, porque están cerca del Pastor y del pueblo, y por su generosa cooperación pastoral. Agradezco también a los religiosos, varones y mujeres, y a todos los fieles, auténticos discípulos de Cristo, por su adhesión al Evangelio y la constante celebración de la Eucaristía», afirmó el prelado.

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