El obispo auxiliar de La Plata y presidente de la Comisión Episcopal de la Pastoral para la Salud, Alberto Bochatey, reiteró que «primero está la vida sin duda, pero que no nos chicaneen después», al precisar que muchos líderes asumieron públicamente que hay que preservar la vida, por lo que recordó que esto debe perdurar incluso después de la pandemia de coronavirus. Pidió que esto permanezca «incluso para cuando pase todo esto» y se pueda dar un diálogo sereno frente a «algunas leyes que incluyen la muerte (muchas más muertes que las del COVID-19) que están por venir», en declaraciones a Radio Grote, la emisora digital de la Federación de los Círculos Católicos de Obreros (FCCO).
«Hablemos lamentablemente de 400.000 infectados, 300.000 curados, 10.000 muertos, para 45.000.000 de habitantes, el 1% de la población. Podemos decir que es mínima la cantidad de la población afectada y el país está parado. ¿Con esto qué se quiere decir? ¿Hay que dejar la cuarentena o el aislamiento? No, habrá que seguir y con más medidas, pero tal vez no éstas. Hay que dar un paso adelante: hemos escuchado que primero está la vida y luego la economía, primero está la vida y después la libertad que es uno de los grandes paradigmas de nuestro tiempo y de nuestra cultura», indicó el prelado. El mismo presidente -Alberto Fernández- ha dicho primero está la vida, eso es muy importante incluso para cuando pase todo esto y podamos darnos al diálogo democrático y sereno para replantearnos algunas leyes que incluyen la muerte (muchas más muertes que las del COVID-19) que están por venir», aseveró el obispo Bochatey al reiterar que «primero está la vida sin duda», pero pidió que no «chicaneen después».
Sostuvo que el miedo y el susto son los peores consejeros y exhortó a ejercer «la libertad responsable». «Ya llegamos casi a los 10.000 fallecidos y no es para tomarlo a la ligera. No somos anticuarentena o procuarentena, esa dicotomía es una estupidez. Lo que somos y debemos ser, es ser críticos de la efectividad que tiene la forma de cuidarnos que nos han mandado y parece que ha fallado o está fallando«, aseguró. «Por otro lado, los ciudadanos de a pie miran a los gobernantes buscando estadistas prudentes y que propongan grandes políticas de horizonte amplio, para enfrentar estos temas y encontramos a dirigentes que se pelean, que se culpan unos a otros como niños, que se escudan en un obscuro ‘yo no fui’ y se insultan como barras de tablón. Esto genera más angustia en la gente. Las autoridades no parece que tomaran con seriedad y en toda su dimensión la palabra angustia. Porque todo esto produce angustia, diferentes angustias, no sólo la de la muerte», denunció Bochatey. Al mismo tiempo, dio calma frente al creciente número de contagios en las últimas semanas. «En la buena medicina se aplica el principio bioético de la proporcionalidad y el del riesgo. Nunca se va a querer matar a nadie, se hará todo lo posible para salvar a todos, para curarlos o para cuidarlos. Quedémonos tranquilos porque, aunque la ocupación de terapia intensiva es muy elevada, aún tenemos 30 o 40% de margen. Hay criterios para los que necesiten un respirador o la internación en terapia intensiva. Esperemos que no se llegue al límite de los recursos y acompañemos este momento con la oración, sabiduría y prudencia», enfatizó.