El obispado de Salamanca, a cargo del prelado Carlos López, denunció «la extrema limitación del ejercicio de la libertad religiosa que impone el nuevo criterio sanitario», adoptado por la Junta de Castilla y León, desde el 3 de septiembre pasado. La orden impide la presencia de más de 25 personas en las celebraciones religiosas.
Aseveró que «esta decisión representa un notable cambio en la normativa sanitaria de la Junta de Castilla y León desde los inicios de la pandemia hasta la presente orden», en un comunicado. «En el último tiempo de aumento del número de contagios, ninguna autoridad sanitaria ha manifestado públicamente ni ha presentado datos que permitan equiparar la situación epidemiológica actual con la de aquellos momentos iniciales», aseguró. «Sólo con semejante análisis, especialmente referido también a los posibles casos de contagio ocasionados por la asistencia a los actos de culto, se podría acreditar la extrema limitación del ejercicio de la libertad religiosa que impone el nuevo criterio sanitario», consideró.
«En ausencia de tal acreditación, los afectados no tenemos motivo alguno para valorar la nueva norma como razonablemente justificada. Y sólo nos queda la posibilidad de mostrar la perplejidad, el desacuerdo y el malestar», afirmó el obispado de Salamanca al lamentar la límitación de la libertad religiosa. Asimismo, sostuvo que no pone «en cuestión la buena intención y propósitos» de las autoridades sanitarias. «Queremos seguir colaborando con ellos con libertad responsable. Y una forma de hacerlo con lealtad constructiva es la manifestación respetuosa de nuestro parecer», enfatizó.
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