El padre Basil Gbuzuo es el nuevo y cuarto sacerdote raptado en Nigeria en 2024, el miércoles 15 de mayo. La arquidiócesis de Onitsha y la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) solicitaron una liberación inmediata y segura. 28 presbíteros fueron secuestrados en 2023.
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El canciller arquidiocesano local, padre Prudentius Aroh, precisó que los criminales armados secuestraron al padre Basil, mientras conducía a lo largo del desvío Eke Nkpor-Obos. «Hasta ahora, los secuestradores no han establecido ningún contacto con nadie», afirmó, al referirse a la modalidad en que operan estas bandas delictivas al secuestrar a miembros del clero, religiosos, religiosas y seminaristas del país.
El arzobispo local, Valerian Maduka Okeke, invitó «a todos los fieles de Cristo y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a orar fervientemente por la rápida y segura liberación del sacerdote mientras intensificamos nuestros esfuerzos para asegurar su libertad». «Nos sumamos a la voz de los muchos líderes católicos en Nigeria que exigieron que el Gobierno ponga fin a la plaga de inseguridad en la nación africana», sostuvo.
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