Por Fray Tuk. «NO SABEN CUÁNDO LLEGARÁ EL MOMENTO»
Marcos 13, 33-37
Tengan cuidado y estén prevenidos porque no saben cuándo llegará el momento. Será como un hombre que se va de viaje, deja su casa al cuidado de sus servidores, asigna a cada uno su tarea, y recomienda al portero que permanezca en vela.
Estén prevenidos, entonces, porque no saben cuándo llegará el dueño de casa, si al atardecer, a medianoche, al canto del gallo o por la mañana. No sea que llegue de improviso y los encuentre dormidos. Y esto que les digo a ustedes, lo digo a todos: «¡Estén prevenidos!».
SAN AGUSTÍN DE HIPONA. Carta a Hesiquio 199, 1, 3.
NO SABEN CUÁNDO LLEGARÁ EL MOMENTO.
«No sólo se dirigía a los que entonces escuchaban, sino también a los que vinieron luego, a nosotros mismos, y a los que después de nosotros llegarán hasta su última venida. ¿Acaso nos encontrará a todos en esta vida? ¿O dirá alguno que también se refería a los muertos al decir: Estén prevenidos… no sea que llegue de improviso y los encuentre dormidos? ¿Por qué se dirige a todos, si tan sólo atañe a los que en este último día ha de vivir, sino porque en el sentido que acabo de exponer atañe a todos? Vendrá para cada uno el día en que cada persona ha de salir de aquí tal como va a ser juzgado. Por eso debe vigilar todo cristiano, para que no le encuentre desprevenido la venida del Señor. Y le hallará desprevenido ese día final si le encuentra desprevenido el último día de su vida. Los apóstoles sabían por lo menos que el Señor no vendría en su tiempo, mientras vivían en carne. ¿Y quién duda de que se distinguieron vigilando y guardando lo que dijo a todos, para que, si el Señor venía de repente, no les hallase desapercibidos?».