Javeria, una niña de 7 años, fue violada por ser cristiana en una localidad rural del municipio de Sahiwal, a principios de este mes de julio. Los activistas de derechos humanos aseveraron que es uno de los casos recientes más escalofriantes de violencia contra las mujeres que se extiende en Pakistán. Los casos superan las decenas de miles y afectan especialmente a las minorías étnicas y religiosas, como los cristianos. Javeria, cuya familia es cristiana, había ido a hacer unos mandados. Al no regresar su padre, Javed Masih, salió a buscarla y la encontró en un edificio abandonado, donde un hombre la violaba.
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Suscríbase al boletín de VenLJaveria estuvo internada varios días en el hospital del distrito de Sahiwal. La policía detuvo al hombre que abusó de la menor. ‘Voice for Justice’ es una organización pakistaní creada para prestar asistencia letrada a las personas que no pueden costear un abogado y se hizo cargo del caso de la pequeña Javeria, cuya familia es indigente. El presidente y fundador de ‘Voice for Justice’, Joseph Jansen, denunció que «las niñas de minorías religiosas como Javeria están especialmente en el punto de la mira». «Cuando intentan obtener justicia, tienen menos probabilidades de recibir ayuda de la policía y los funcionarios judiciales», explicó.
«En estos casos, muchas veces los autores ni siquiera son procesados y los funcionarios tienden a ponerse del lado de las personas de la religión mayoritaria, es decir, del islam», afirmó. En Pakistán, hay una cultura de la impunidad, lo cual anima a los agresores a cometer actos violentos y abusos. «Tenemos una necesidad y es urgente: el gobierno debe hacer cumplir la ley leyes y castigar a los autores, de acuerdo con las normas y los códigos. Sin embargo, vemos que hay estrechos vínculos entre quienes gobiernan y los que se sienten libres para violar la ley y cometer este tipo de abusos», enfatizó la activista por los derechos de las mujeres Farhat Rasheed.
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