Miembros de crimen organizado mutilan y asesinan sacerdotes en las parroquias de México para subir de rango en los cárteles y cerrar el paso al trabajo pastoral que realizan en sus comunidades, tal como denuncia el clero al gobierno ante los asesinatos de párrocos y el incremento de los ataques, en una investigación especial de ‘Publimetro’. Al menos 70 sacerdotes fueron asesinados —reconocidos de forma oficial— en las últimas décadas, lo que convierte a México en el país más peligroso del mundo para ser sacerdote. El Centro Católico Multimedial (CCM) lleva el recuento de sacerdotes asesinados desde 1990 hasta este año. Además de los asesinatos, también aumentaron las profanaciones de templos, mientras que el satanismo creció dentro de las bandas de narcotraficantes.
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Suscríbase al boletín de VenLLos párrocos aseguraron que esto se debe a un intento por acallar las críticas de las personas que dirigen los templos. Además, sostuvieron que en diferentes cárteles asesinar a un sacerdote se traduce en obtener un ascenso en las organizaciones criminales. «Profanan los templos y las hostias sagradas, se ha violentado a obispos, cardenales, clérigos y hasta monaguillos. Nadie se salva de la violencia. Si antes los apuñalaban 5 veces, ahora lo hacen 20 y con mensajes narcosatánicos. En algunos casos llegaron a tirar los cuerpos de los padres en la curva del diablo», precisó el padre Omar, director del CCM, al describir la situación a ‘Publimetro’. Los miembros de crimen organizado de diversos cárteles mutilan, degüellan, torturan y cercenan partes enteras, como los dedos de los sacerdotes que utilizan para trazar una cruz y bendecir a sus feligreses.
Herculano Medina, obispo auxiliar de Morelia, indicó que además de los sacerdotes cuya muerte se registró oficialmente, hay otros desaparecidos, otros amenazados. «Es parte de lo que nosotros, al asumir este estilo de vida, sabemos que nos puede pasar tarde o temprano. Entonces donde empieza, muchas veces, como a verse mal la intervención de la Iglesia, y empieza a convertirse el sacerdote en una persona incómoda», aseveró. «La forma como ellos quieren intimidar a la Iglesia es a veces amenazando a los sacerdotes, golpeándolos. También lo que ha pasado es que los levantan. A algunos no los matan, simplemente es como un escarmiento. Con eso es como si mandaran un mensaje: ‘Si no le paran, si no dejan de meterse en esto ya saben lo que les espera’», denunció el prelado.
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