El metropolita y presidente del Departamento de Relaciones Eclesiásticas Exteriores del Patriarcado de Moscú, Hilarión de Volokolamsk —Alféyev—, destaca «la presencia real y completa» de Cristo en la Eucaristía, durante su reflexión del lunes 6 de septiembre, en el 52 Congreso Eucarístico Internacional de Budapest, en Hungría. Precisó que aunque los cristianos católicos y los ortodoxos no están unidos en la Eucaristía —no pueden compartir ordinariamente el sacramento porque no viven en plena comunión eclesial— «ambos sí están convencidos de que en el pan y el vino eucarístico, después de la consagración, no hay una simple presencia simbólica de Cristo».
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Recordó que los ortodoxos creen que «el pan y el vino de la Eucaristía son el verdadero cuerpo y la verdadera sangre de nuestro señor Jesucristo». «La celebración eucarística no es sólo una conmemoración de la última cena, sino también una actualización para cada creyente que participa en ella», precisó, al explicar que para la Iglesia ortodoxa «la Eucaristía es lo más profundo, significa conseguir el fin de la vida cristiana, que es la deificación». «En el sentido en que cuando recibimos la santa comunión, el cuerpo de Cristo entra en nuestro cuerpo y su sangre fluye por nuestras venas. Como en el mismo Cristo, la naturaleza humana, cuerpo alma y espíritu, estaban unidos con Dios, también la humanidad entera participa en el proceso de deificación», enfatizó el metropolita Hilarión, que destaca «la presencia real y completa» de Cristo en la Eucaristía.
Exposición del metropolita Hilarión en inglés comienza en 45:30
«Podemos diferir en la terminología, algunos usarán términos latinos en lugar de los griegos, pero todos, yo diría que compartimos esa profunda creencia en la posibilidad de la unión», sostuvo, tras advertir del peligro del pecado que nos aparta de esa unión con Dios. Recordó ejemplos de santos que consiguieron esa unión con Dios a través de la Eucaristía, tras mencionar a san Simeón —vivió a principios del siglo XI— que pedía que la recepción de la sagrada comunión fuera «’consciente’, no solo creer en la presencia real de Cristo en el sacramento, sino también contemplarlo con la luz de los ojos espirituales». «Somos simplemente guardianes indignos de la rica tradición que nos llegó del mismo Cristo y de los primeros padres de la Iglesia», aseguró. Al referirse a la representación de la Eucaristía en el arte ortodoxo, se refirió a la iconografía tradicional de la ‘Comunión de los Apóstoles’, y la describió como una expresión elocuente de la fe en la Eucaristía como fuerza que construye la unidad de la Iglesia.
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