La policía de Tarnobrzeg, en Polonia, detuvo a un hombre de 40 años que irrumpió recientemente la celebración de la Misa dominical de la mañana en una iglesia, tras ingresar gritando consignas vulgares y haciendo «gestos satánicos». Hay cada vez más ataques a celebraciones eucarísticas en Polonia.
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Los agentes policiales arrestaron al agresor, quien se enfrenta a una pena de hasta 8 años de prisión, después de gritar repetidamente palabras vulgares en inglés y hacer gestos ofensivos con la mano. La responsable de prensa de la policía, la subinspectora Beata Jędrzejewska-Wrona, explicó que el atacante no respondió a las atenciones que le hicieron para mantener la calma, gritó y agitó la mano, salió de la iglesia y huyó en dirección desconocida.
A partir de grabaciones de vigilancia y testimonios de testigos, la policía estableció una descripción del agresor anticlerical y lo arrestó ese mismo día. El atacante fue trasladado al centro de detención policial, donde fue interrogado y acusado de delitos de perturbación de un acto religioso e insulto a los sentimientos religiosos, cargos que admitió.
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