MARIHUANA MEDICINAL: ¿MEDICINA O MEDICAMENTO? (7).

Continuación de Marihuana medicinal: ¿medicina o medicamento? (6)

Por Lenin de Janon Quevedo.

2.2 Seguridad: el riesgo de usar cannabis

La cannabicultura independiente ha generado una variante actual de marihuana con mayor contenido de THC y químicamente distante de la especie Cannabis sativa L. silvestre, lo que incrementa el riesgo de psicosis, dependencia y efectos somáticos adversos.

Los efectos adversos son frecuentemente omitidos por quienes promueven su consumo medicinal. Suele olvidarse que la autoadministración crónica de esta planta expone al organismo a modificaciones fisiológicas o psíquicas que generan un estado físico y/o mental subjetivamente placentero y progresivamente lo conducen a la habituación y a la subsiguiente necesidad de suministro de dosis cada vez más altas, creando una situación de dependencia del consumidor, punto de partida para el abuso, la tolerancia y el síndrome de abstinencia. Tampoco se hace referencia al desarrollo de ansiedad, alucinaciones, conductas violentas, depresión, miedos, insomnio, trastornos de la memoria, disminución de los reflejos, alteraciones cognitivas y de la percepción, desmotivación, broncoespasmo, síndrome símil gripe, amenorrea o los trastornos inmunológicos. El consumo generalizado de la planta Cannabis sativa L. sin procesar puede devenir en un riesgo considerable para la salud poblacional que incluye, entre otros, el incremento de la esquizofrenia, psicosis o dependencia.

Entre los riesgos conductuales también debe mencionarse lo observado en países con uso medicinal regulado, donde un número considerable de personas usan la marihuana sin haber sido prescripta por algún médico o solicitada bajo autorización oficial. En tanto otros pacientes se entusiasman con el consumo del cannabis pretendiendo así reducir el uso, o mejor dicho abuso, del alcohol aunque esto no sea eficaz por cuanto no es posible eliminar un mal empleando otro mal. También hay riesgos sociales de abrumadora injustica como lo observado en la población afro-americana pobre, muchos de ellos padeciendo VIH-sida y frecuentemente desprovista de seguro de salud, a quien se le indicaba marihuana medicinal y a la vez recibían significativamente menos prescripciones de analgésicos convencionales o de tratamiento estándar para el cáncer.

Por lo expuesto se discurre que la fitoterapia con cannabis es una técnica en la que se desconoce con certeza si los resultados son consecuencia directa de los cannabinoides, del efecto placebo, o del proceso natural de curación del organismo; que supone riesgos importantes para la salud global del individuo.  Consiguientemente, no se puede aseverar que la marihuana etnobotánica sea un medio seguro con efectividad precisa. Sus efectos adversos desfavorables la convierten en un paliativo de altísimo riesgo que atenta contra la integridad psico-física y social, y de suyo espiritual del organismo humano, esto es, la integridad de la persona misma. Por lo tanto, mientras existan otros paliativos con efectos capaces de satisfacer los requerimientos de calidad y seguridad no alcanzados por el cannabis, éste no podrá constituirse en una medicina.

2.3 Aspectos éticos del cannabis etnobotánico

Una medicina no solo es aquella sustancia capaz de producir un efecto positivo, como paliar un síntoma, sino también de satisfacer exigencias éticas. A pesar que las etnomedicinas ya existían mucho antes que apareciera el método científico moderno, la calidad y seguridad de los atributos medicinales no están exentos de ser verificados por medio de una metodología sistémica y reproducible como lo demuestran estudios hechos sobre el ajo (Allium sativum), bergamota (Citrus bergamia), árbol casto (Vitex agnus-castus), uña de caballo (Tussilago fárfara) o las caléndulas (Calenduleae); por citar unas cuantas. La falta de metodología inexorablemente nos interpela sobre el grado de confianza que pudiera otorgarse a un paliativo como el cannabis y como tal nos posiciona ante un cuestionamiento ético.

Confianza (del latín con – fidere) es una esperanza firme que se tiene de algo o de alguien. Es el sentimiento con el que el paciente llega a consumir cannabis a esperas de mitigar su padecer. Quien padece un dolor inagotable percibe una amenaza de desintegración de su persona y en muchos casos una destrucción inminente que genera sufrimiento. El sufriente espera con firmeza porque lo hace con–fidere, es decir con fe. Pero una fe que se vuelca sobre el medio, el recurso terapéutico, e impide que la razón investigue y demuestre lo que cree; en consecuencia, deja al entendimiento dirigirse hacia el medio bajo el solo gobierno de la voluntad. Quien sufre puede turbarse por el medio y entenderlo cual fin perfecto, pleno y verdadero; pensarlo con asentimiento, sin duda, sospecha u opinión.

Marihuana medicinal: ¿medicina o medicamento? (7) en PDF.

El documento fue publicado originalmente en Biblioteca digital de la UCA en 2014.

MARIHUANA MEDICINAL: ¿MEDICINA O MEDICAMENTO? (7).

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí