LOS DATOS EXPERIMENTALES CONFIRMAN EL MODELO ESTÁNDAR (4).
Continuación de Los datos experimentales confirman el modelo estándar (3).
Por Jaime Saiz.
Terminamos con la serie de datos científicos que confirman el modelo estándar según el cual el Universo tuvo un comienzo en lo que llamamos la Gran Explosión —Big Bang—, tomando hoy como ejemplo los cuásares:
Desde finales de los años 50, con radiotelescopios primero y con telescopios ópticos después, se ha descubierto un tipo de objeto que parece una estrella pero no lo es, el cuásar —objeto cuasi-estelar—. Al estudiarlos en detalle, los científicos llegan a la conclusión de que son centros de producción de energía a un ritmo verdaderamente increíble: en un volumen poco mayor al del Sistema Solar, un cuásar produce más energía que cien galaxias como la Vía Láctea.
Estos cuásares se interpretan como núcleos de galaxias primitivas. Con técnicas de fotografía electrónica se ha podido demostrar que un cuásar está rodeado por un halo de estrellas de la galaxia primitiva en que se encuentra. Haciendo un diagrama de Hubble, aparecen en la misma trayectoria las galaxias cercanas, las galaxias lejanas y los cuásares, indicando que también cumplen la ley del corrimiento al rojo.
Estudiando la distribución de cuásares con uno de los grandes radiotelescopios del hemisferio Sur, se comprueba que:
- No hay quásares en nuestra vecindad.
- Comienza a haberlos a una distancia de cientos de millones de años-luz.
- Dejan de verse más allá de unos 13.000 millones de años-luz.
Se concluye que los quásares existieron hace mucho tiempo, cuando el Universo tenía unos 12.000 millones de años, pero ahora se han apagado: ni antes ni ahora existen.
Así, la existencia de estos objetos en el pasado implica que el Universo ha evolucionado, lo cual aporta otra prueba experimental que confirma la teoría de la Gran Explosión.
Como conclusión de estos datos experimentales, podemos afirmar con rotundidad que la Física moderna ha encontrado las cenizas y el resplandor de la Gran Explosión: las cenizas, Hidrógeno, Helio y Deuterio; el resplandor, la radiación de fondo. Todo ello viene a corroborar, pues, la validez del Modelo Estándar.
LOS DATOS EXPERIMENTALES CONFIRMAN EL MODELO ESTÁNDAR (4).