LOS DATOS EXPERIMENTALES CONFIRMAN EL MODELO ESTÁNDAR (3).

Continuación de Los datos experimentales confirman el modelo estándar (2).

Por Jaime Saiz.

Continuamos con la serie de datos científicos que confirman el modelo estándar según el cual el Universo tuvo un comienzo en lo que llamamos la Gran Explosión —Big Bang.

A los argumentos que ya vimos, añadimos hoy la Radiación de Fondo:

  • Por un una parte, el físico ruso nacionalizado norteamericano George Gamov afirmaba ya en 1.948 que si el Universo tuvo esta etapa inicial de alta densidad y temperatura, debieron pasar unos 300.000 años desde la Gran Explosión hasta que los gases iónicos primitivos se hicieran transparentes, al formar átomos neutros. A partir de ese momento, la radiación comenzó a moverse libremente por el espacio, a una temperatura inicial de 3.000 K [1], y se fue enfriando por la expansión, de modo que hoy el espacio debería mostrar una radiación de 3 K. A esa temperatura la radiación no es visible, sino que se encuentra en forma de ondas de radio y microondas. Gamov predijo que con un radiotelescopio sería posible detectar una radiación a dicha temperatura que llenaría todo el Universo, porque sería la radiación que llenó todo el espacio primitivo, hace 13.800 millones de años. Sin embargo, prácticamente nadie prestó atención a esta predicción de Gamov.
  • Por otra parte, casi veinte años más tarde, en 1.965, dos ingenieros norteamericanos que trabajaban para la compañía de teléfonos Bell de Estados Unidos, Penzias y Wilson, calibrando un gran radiotelescopio para establecer un sistema de comunicaciones por satélite, no lograban eliminar un fondo de ruido electromagnético que venía por igual de todas las direcciones del espacio, creyendo que era debido a algún fallo en la antena.

Simultáneamente, unos físicos de la Universidad de Princeton redescubrieron la predicción de Gamov y se pusieron en contacto con ellos, dándose una coincidencia extraordinaria en la historia de la Ciencia: en el mismo número de la revista científica ‘Astrophysical Journal Letters’ apareció primero el artículo prediciendo que debe darse esa radiación de fondo y, unas páginas más adelante, el artículo de Penzias y Wilson diciendo que la habían encontrado. Como publicó el diario norteamericano ‘The New York Times’, «se ha escuchado el grito del Universo a nacer».

Posteriormente, se ha incluso podido ver el movimiento reflejado de la Tierra y la Vía Láctea contra esa radiación de fondo, indicando mayor temperatura en una dirección que en la opuesta, como resultado de nuestro movimiento por el espacio. En 1992 se puso en órbita el satélite espacial COBE —Explorador del Fondo Cósmico— para estudiar la radiación de fondo, dando como resultado la curva teórica perfecta predicha por Gamov, y una temperatura media de 2’76 K, valor posteriormente refinado por el telescopio espacial Planck de la ESA [2] a 2,72 K, valores muy próximos a los 3 K calculados por el científico ruso.

[1] K indica grados Kelvin, escala de temperatura absoluta: 0 K = -273 °C

[2] European Space Agency (Agencia Espacial Europea).

LOS DATOS EXPERIMENTALES CONFIRMAN EL MODELO ESTÁNDAR (3).

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