LEY INJUSTA E INCONSTITUCIONAL.
Por Nicolás Lafferriere.
Ley del aborto en Argentina: Injusta e inconstitucional
El texto finalmente aprobado no tuvo modificaciones con relación al que había recibido media sanción por la Cámara de Diputados el día 11 de diciembre y que reconoce como antecedente la iniciativa presentada por el Poder Ejecutivo a través del expte. 11-PE-2020 del 18 de noviembre de 2020.
Ya hemos analizado en detalle el proyecto de ley y hemos señalado sus principales objeciones:
- violación del derecho a la vida de las personas por nacer;
- discriminación entre personas deseadas y no deseadas;
- afecta la libertad de las madres al restringir el tipo de información que se les va a brindar;
- afecta la libertad de los profesionales de la salud al amenazarlos de distinta forma, incluso con un nuevo delito (art. 85 bis del Código Penal);
- permite el aborto hasta el fin del embarazo a través de una redacción de inusitada amplitud;
- viola los derechos y deberes de los padres en relación con sus hijos al regular el consentimiento informado de las personas menores de edad;
- genera las condiciones para que se expanda el aborto sistemático de personas con discapacidad;
- restringe la objeción de conciencia individual y regula confusamente los derechos de las instituciones de salud;
- impone la ideología de género violentando libertades fundamentales.
Estamos ante una ley injusta e inconstitucional, inspirada en un individualismo radical que consagra la autonomía de la voluntad como criterio rector, que habilita a quitar la vida al que no puede expresar su voluntad. En este punto, a diferencia de lo que ha sucedido en otros países, no hubo esfuerzos por argumentar razones para sostener que el ser en gestación no era persona. Simplemente se sostiene que su derecho a la vida no tiene una protección absoluta.
Estrategia 2020 de los aborteros
Se esgrimieron fundamentos provenientes de recomendaciones de organismos internacionales, pero ignorando las particularidades que presenta el caso argentino que tiene una sólida y larga tradición jurídica de reconocimiento de la vida humana desde la concepción como persona y de trabajo por cuidar las dos vidas.
A diferencia de lo sucedido en 2018, este año el debate sobre la ‘mortalidad materna’ ocupó un lugar mucho menor. Es que los datos fueron contundentes en mostrar la falsedad de las estadísticas esgrimidas y cómo las verdaderas respuestas a los problemas de la maternidad vulnerable pasan por otro lugar.
Tampoco hubo esfuerzos por adoptar medidas para que se evite el aborto. Al contrario, es una ley que fomenta el aborto decididamente y retacea la información que se debe brindar a la madre embarazada.
Ideologización y amenazas al personal de salud y a los docentes
Es una ley que parte de la sospecha sobre los médicos, como si desconfiara de ellos. Así, los amenaza con sanciones de distinto tipo, sean o no objetores. Por supuesto, la ley es más rigurosa con el objetor, ignorando que la objeción es un derecho constitucional.
Es una ley que impone el aborto a todo el sistema de salud y sistema educativo. Hay que capacitarse en aborto y en perspectiva de género. Se ignora así la dimensión federal de nuestro país, en el que las provincias gozan de las potestades para regular lo referido a salud y a educación. Ciertamente el Congreso tenía atribuciones para regular lo referido al Código Penal, pero no puede crear un derecho y pretender que todos los sistemas sanitarios y educativos sigan tal creación arbitraria.
La ley del más fuerte
Es una ley que quiebra los fundamentos mismos de la convivencia social, al discriminar de la forma más radical (con la eliminación de su vida) a las personas por nacer. Si el derecho a la vida es subordinado a la autonomía de la voluntad, entonces cada persona ya no vale por el solo hecho de ser tal, sino en la medida en que goza de autonomía. Así, se abandona un criterio de justicia basado en el reconocimiento de la inviolable dignidad de cada ser humano, por el criterio de la fuerza, donde los ‘autónomos’ son quienes deciden y disponen de los que aun no se han desarrollado.
Lamentamos profundamente esta decisión del Congreso Nacional y desde el Centro de Bioética, Persona y Familia expresamos nuestro profundo desacuerdo con la ley y renovamos nuestro compromiso por trabajar para continuar educando las conciencias en orden al respeto incondicional de toda vida, como así también para la derogación de esta ley injusta.
LEY INJUSTA E INCONSTITUCIONAL.