La Iglesia en Siria continúa con el impulso de proyectos de ayuda social y pastoral, para sostener a las familias más afectadas, después del terremoto del 6 de febreropasado y sus réplicas dejaron una nueva catástrofe humanitaria con miles de muertos y heridos, que se suman a las más de 500.000 víctimas por la guerra. Además, hay miles de personas que una vez más se quedaron sin hogar, en un país que ya contaba con 6.600.000 refugiados fuera de sus fronteras y 6.700.000 desplazados internos que habían huido de sus hogares a otras zonas del país de Oriente Próximo.
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Suscríbase al boletín de VenL«La Iglesia es a menudo la única fuente de ayuda para los cristianos, que aseguran no estar recibiendo ayuda de la ONU ni de otras ONG internacionales», precisó Xavier Bisits, responsable de proyectos para Siria en Ayuda a la Iglesia Necesitada. «Todavía hay al menos 1.000 personas en refugios gestionados por la Iglesia y en salas parroquiales, pero ese número está disminuyendo, ya que o bien se están mudando a casas de familiares o bien visitaron sus viviendas y las declararon seguras», explicó Bisits.
Samuel Esak, un joven cristiano de la organización local HOPE desde Alepo, reiteró que desde 2011 atraviesan «una devastación económica y social». «El terremoto ahora causó más pobreza, más devastación y la gente no puede volver a sus hogares. Hay muchos que están hambrientos y pasan mucho frío porque las temperaturas son muy bajas aquí», enfatizó. Javier Menéndez Ros, director de Ayuda a la Iglesia Necesitada en España, destacó la urgencia del apoyo a Siria. «El 90% de la gente vive por debajo del umbral de la pobreza, y ahora el terremoto resulta en más necesidad», lamentó.
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