Irán libera a un cristiano converso que era uno de los promotores de la campaña #Place2Worship, en la que los fieles imploraban lugares para practicar su fe sin riesgo de ser arrestados. Zaman Fadaie, más conocido como Saheb, fue puesto en libertad de forma inesperada en la madrugada del jueves 9 de febrero, después de 5 años de cárcel, y antes de que se cumplieran los plazos de la condena. Desde la prisión de Evin donde estaba recluido, se dirigió a su casa en Rasht, a 4 horas en auto al norte de la capital, y sorprendió a su esposa Marjan y a su hija Marta de 15 años.
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Saheb fue arrestado y juzgado por «actuar contra la seguridad nacional organizando iglesias domésticas» para orar. Además, otro de los cargos era la promoción del supuesto «cristianismo sionista», acusación que el poder judicial de los ayatolás utiliza para inculpar a los conversos de la fe musulmana al cristianismo, a quienes la República Islámica no reconoce ni garantiza la libertad religiosa. Estaba en la cárcel desde julio de 2018 y fue condenado junto con otros 3 miembros de la ‘Iglesia de Irán’ a 10 años de presión, seguidos de otros 2 años de exilio. En 2020 los jueces habían reducido la pena a 6 años, al mantener los 2 años de exilio una vez que abandonara la cárcel. Recientemente llegó la noticia de que había sido «indultado» y tampoco debía cumplir la pena adicional.
Los activistas, después de que Irán libera a un cristiano converso, consideraron que resulta significativo que la liberación sea «incondicional», dado que las autoridades habían ofrecido a Saheb en varias oportunidades una libertad «condicionada» a que admitiera que había actuado en contra de la ley y que no cometería más delitos en el futuro, es decir, que dejara de practicar la fe cristiana. Sin embargo, él siempre había opuesto una clara negativa, rechazando la perspectiva de aceptar limitaciones a la libre práctica del culto. En 2021 firmó junto con otros 3 presos conversos una carta abierta en la que pedía a las autoridades que les indicaran, cuando recuperaran la libertad, un lugar donde pudieran rezar sin correr el riesgo de volver a ser detenidos. La carta inspiró el nacimiento de una campaña que sigue activa #Place2Worship, para solicitar edificios de culto seguros no solo para los conversos sino también para los cristianos nativos de habla persa.
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