Los maoríes, indígenas de Nueva Zelanda y el 17% de la población del país, tienen como nueva reina a Nga Wai hono i te po, una joven católica de 27 años que fue nombrada sucesora de su padre, el rey Tuheitia Potatau Te Wherowhero VII que falleció el 30 de agosto pasado, a los 69 años, tras ser sometido a una operación de corazón.
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Suscríbase al boletín de VenLNga Wai hono i te po, cuyo nombre está inspirado en su bautismo, hizo su primera aparición como reina el 5 de septiembre pasado y tomó su lugar en el trono cerca del ataúd de su padre. La monarca es la segunda reina maorí, puesto que la primera fue su abuela, la reina Te Arikinui Dame Te Atairangikaahu.
La abuela de la actual monarca fue quien pidió que su nieta fuera bautizada por el fallecido Max Takuira Matthew Mariu, el primer obispo católico maorí. La intención de la difunta reina de bautizar a su nieta era tender un puente entre el movimiento Kingitanga y la Iglesia católica. El nombre de la nueva reina, Ngawai Hono ki Parakino, que se traduce como ‘Unión de los ríos’ en maorí, se inspiró en el simbolismo de su bautismo.
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