El gobierno azerbaiyano continúa destruyendo los templos cristianos armenios, a pesar de que en las últimas semanas hubo informes que indicaron que Armenia y Azerbaiyán están a punto de firmar un acuerdo de paz que pondría fin a su conflicto de décadas sobre el territorio disputado de Nagorno-Karabaj. Desde que comenzó la última fase de la guerra, cientos de iglesias fueron atacadas.
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Un informe reciente de Reuters y el Museo de la Biblia estimó que 400 iglesias armenias y otros sitios religiosos fueron atacados y están en peligro de ser desfigurados o directamente destruidos. Armenia debe exigir que Azerbaiyán detenga su campaña de borrado cultural de iglesias armenias, monasterios, khachkars —monumentos de piedra cruz— y otros sitios religiosos que estuvieron en la región durante miles de años como condición para cualquier acuerdo de paz.
La identidad y cultura de Armenia se encuentran definidas por su fe cristiana, lo que hace que estos símbolos históricos sean tan importantes para su supervivencia como pueblo, dado que fue la primera nación en adoptar el cristianismo en el año 301 d.C. Sufrieron el primer genocidio del siglo XX, cuando más de 1.500.000 armenios fueron exterminados por los turcos otomanos. Bajo el disfraz de restauración, Azerbaiyán desmanteló la icónica catedral de Ghazanchetsots en Shushi poco después de tomar la ciudad.
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