La Iglesia en Ucrania continúa con la atención de los millones de desplazados y solicita ayuda, tras la invasión de Rusia, que comenzó hace más de 50 días. Los conventos, las parroquias, los monasterios, las casas de las religiosas se abrieron para recibir a los desplazados, en un contexto de conflicto en el que también vivieron la Semana Santa. El padre Dmytro Nosyk, sacerdote de la diócesis greco-católica de Chernyvetzka, fue consultado sobre la situación actual que atraviesa el pueblo ucraniano.
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Suscríbase al boletín de VenLAfirmó que se sienten como «entre el Viernes y el Sábado Santo, cuando la Pascua aún no llegó». «Es un tiempo en el que estamos sufriendo con nuestra gente, entendemos que esos momentos horribles que vivimos no son el final, sino que después vendrá la resurrección», precisó. «Nos recuerda cuando nuestra Iglesia greco-católica estaba prohibida y era perseguida por el régimen soviético. No nos dejaban celebrar la Pascua, ni la liturgia, pero la gente se reunía y lo celebraba desafiando al régimen», indicó. Nosyk, al referirse a los desplazados, explicó que dieron refugio a personas que «nunca antes habían oído hablar de Jesús».
«Otros que sí acudían a la Iglesia en Kiev nos dijeron que nunca antes habían sentido tan cerca al Señor como en estos momentos de guerra», aseguró, al mencionar la labor de la Iglesia en Ucrania que continúa con la atención a los desplazados. «Rezar es lo más importante, también hay muchas organizaciones que desarrollan trabajo humanitario. Considero que lo más importante es decir la verdad… contar lo que está pasando en Ucrania porque el diablo es el padre de la mentira, y hay muchas mentiras. Los rusos son muy profesionales tergiversando situaciones a través de la propaganda y niegan cosas que sí están pasando. Por eso es tan importante decir la verdad y contar lo que realmente está sucediendo aquí en Ucrania», imploró el padre Dmytro.
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