Iglesia en México brinda vademécum para el ejercicio del sacerdocio frente a la pandemia

La Conferencia del Episcopado Mexicano difundió una serie indicaciones para los sacerdotes, entre recomendaciones para atender sacramentalmente a pacientes de coronavirus, al difundir el 'Plan Emergente Nacional Sacerdotal COVID-19'.

México vademécum
Imagen: CEM.

La Conferencia Episcopal de México (CEM) difundió una serie indicaciones para los sacerdotes, entre las recomendaciones para atender sacramentalmente a pacientes de coronavirus, al difundir el ‘Plan Emergente Nacional Sacerdotal COVID-19‘, en el que realizó un vademécum espiritual, eclesial y físico sobre el ejercicio del sacerdocio en la emergencia sanitaria por la pandemia. Afirmó que «el sacerdote debe ser un gran puente de unión entre Dios y sus hijos», al explicar las actuaciones de los sacerdotes en cada una de las circunstancias que podrían presentarse en el acompañamiento de los fieles frente a la emergencia sanitaria.

Los obispos de México reiteraron el cuidado y prevención personales hasta las disposiciones sobre cómo realizar el acompañamiento de los fieles en sus casas u hospitales, el mantenimiento de las distancias y las normas de higiene. Además, propone a los sacerdotes potenciar la lectura espiritual, la reflexión personal y la vida de oración, sin dejar de lado el aspecto psicológico, físico y emocional, invitándolos a hacer deporte, ocuparse de sus hobbies y socializar con los miembros de su comunidad eclesial o a través de las redes sociales. Los prelados pidieron a los sacerdotes «estar preparados ante la demanda que se nos hará de estar presente acompañando a los pacientes de COVID-19, es decir, proporcionarles los sacramentos de Unción de los Enfermos, Confesión y Viático».

«¿Qué hacer ante esta circunstancia de la cual no podemos huir, pues está en nuestra realidad, pero que no podemos enfrentar como habitualmente sabemos y podemos hacer? Pueden ir a ver un paciente con estas características si y sólo si cuenta con los medios de protección correspondiente», aseguraron, al sostener que estos comprenden el uso de bata, guantes de látex, tapabocas N95, cubre zapatos, gorro y que el sacerdote «no tenga enfermedades preexistentes».»Ante este escenario global hemos de contemplar con esperanza cristiana y un profundo sentido de fe, asumiendo con corazón de padres y hermanos esta oportunidad con una profunda confianza, más no con ingenuidad, sino con ojos de fe y corazón de pastores que han de conocer las necesidades del Pueblo cristiano, para involucrarse en ellas y potenciar todas aquellas iniciativas que favorezcan la presencia del Reino de Dios», ratificaron los obispos de México en el vademécum a los presbíteros.

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